­Jesús Aguilar es presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España, y actualmente presidente de la Agrupación Farmacéutica Europea. Esta tarde ingresa en la Academia de Farmacia Santa María de España de la Región de Murcia como académico correspondiente, en el acto organizado por el Colegio de Farmacéuticos de la Región y con el que clausuran su curso académico ambas instituciones, al que asistirán representantes de todos los partidos políticos del Gobierno Regional, de la Federación de Municipios, del Colegios de Farmacéuticos de toda España, de diferentes Academias nacionales y asociaciones de pacientes, entre otras entidades. En su intervención tratará la innovación y el desarrollo de la Farmacia en el siglo XXI.

¿Es realmente importante la innovación para la Farmacia? ¿Cómo debe abordarse la asistencia sanitaria en materia farmacéutica?

Una de las pocas cosas que es segura en la asistencia sanitaria es el cambio continuo. Innovación y eficiencia son hoy las claves para la sostenibilidad y la transformación de la asistencia sanitaria. A su vez la revolución tecnológica está planteando nuevos retos. Proporcionar al paciente una atención sanitaria integral puede ser una realidad si se aprovechan las posibilidades tecnológicas y se impulsa la colaboración entre los profesionales sanitarios. Para los farmacéuticos innovación y profesionalidad van de la mano. Debe aprovecharse el conocimiento de los 50.600 farmacéuticos que trabajan en las 22.000 farmacias españolas para mejorar el uso de los medicamentos en la población, para promover la salud y prevenir enfermedades. Tenemos que reforzar la prevención de las enfermedades no transmisibles, reorientando el modelo sanitario no solo hacia la cronicidad y el envejecimiento sino también hacia la promoción de la salud y la prevención. En este objetivo los farmacéuticos podemos contribuir profesionalmente, aumentando nuestra participación en programas de prevención.

¿Cómo puede hacerse?

Es necesario potenciar el papel del farmacéutico como experto en el medicamento y colaborador en la salud pública. Hemos desarrollado importantes programas de investigación que demuestran que si el farmacéutico realiza un servicio de seguimiento farmacoterapéutico a pacientes mayores, crónicos y polimedicados consigue reducir un 56% los problemas de salud no controlados, un 49% las visitas a urgencias, un 55% los ingresos hospitalarios y mejorar en 6,6 puntos la calidad de vida percibida por el paciente. Por supuesto siempre en colaboración con el médico, en una práctica colaborativa en la que el que importa es el paciente.

¿Han calculado el impacto económico de estos datos? ¿Es una demanda de las personas mayores?

Sí, lo han calculado varias universidades y consultorías externas, y estiman que si se aplicase este servicio de seguimiento farmacoterapéutico a todos los pacientes mayores, crónicos y polimedicados estaríamos hablando de un ahorro al sistema sanitario de 2.272 millones de euros anuales. Los mayores suelen ser pacientes crónicos y polimedicados con dificultades para cumplir con el tratamiento, y se apoyan en el farmacéutico a quien consultan todo tipo de dudas, posología, interacciones, manera de administrar o conservar ciertos medicamentos de especial uso, etc.

¿Esto sucede también en el resto del mundo y en Europa?

Sí, la actuación asistencial del farmacéutico comunitario es un avance demandado por los organismos nacionales, europeos e internacionales, con respaldo histórico, académico y legal. El avance de los servicios profesionales farmacéuticos en la atención primaria de la salud es una tendencia internacional de la Farmacia. Así se ha puesto de manifiesto recientemente en el Simposio anual de la Agrupación Farmacéutica Europea (PGEU), que se ha celebrado en Marbella (Málaga) con el título de ‘Midiendo y reconociendo el éxito en la gestión sanitaria’. Durante el encuentro se han conocido las experiencias en el desarrollo de servicios profesionales farmacéuticos en torno al medicamento y la promoción de la salud y la prevención en los diferentes países.

Después de los efectos y consecuencias de la crisis ¿Ve al sector farmacéutico recuperado?

Todavía no se puede decir que la farmacia haya salido de la crisis. Vivimos un momento de grandes cambios, con retos importantes como la prevención de enfermedades, la cronicidad, la transformación sanitaria digital, el envejecimiento, la medicina personalizada o las innovaciones. Un escenario al que es necesario hacer frente con suficiencia financiera y presupuestaria, haciendo sostenible el Sistema Nacional de Salud. Entre 2009 y 2016 el gasto sanitario de las Comunidades Autónomas ha bajado un 4,5%. En este mismo periodo el gasto en farmacia ambulatoria se ha reducido un 20%. La farmacia ambulatoria que representa poco más del 15% del gasto sanitario de las Comunidades Autónomas ha soportado - entre 2010 y 2016 - el 45% del ahorro obtenido en Sanidad. Sin embargo, pese a las graves dificultades, la Farmacia ha continuado prestando un servicio de gran calidad.

En el ámbito rural ¿qué papel cumplen las farmacias?

El modelo español de Farmacia es uno de los más cercanos y accesibles, como demuestra el hecho de que el 99% de la población dispone de al menos una donde reside. En las ciudades y en los pueblos, en los núcleos más prósperos y en los más desfavorecidos. En el ámbito rural, donde sabemos que hay 2.000 farmacias en poblaciones de menos de 1.000 habitantes, su labor es fundamental pues en muchas ocasiones son las farmacias son los únicos establecimientos sanitarios y los farmacéuticos los únicos profesionales.

¿Qué demandan a la a administración pública sanitaria como garantes que son de la salud pública y de la atención primaria?

La farmacia puede aportar más trabajando en coordinación con el resto de infraestructuras y profesionales sanitarios. Estamos trabajando en ello, preparándonos, investigando y ofreciendo resultados que demuestran que la intervención del farmacéutico mejora la salud de los ciudadanos y aporta eficiencia al sistema. Es la hora de que las diferentes administraciones apuesten por la farmacia y el farmacéutico, y promuevan normativas que impulsen su desarrollo asistencial en beneficio de los pacientes, como se ha hecho en esta autonomía con el convenio marco firmado por la consejería de Salud y el Colegio en 2016.

¿Qué opina de la sustitución masiva de las estatinas y los inhibidores de la bomba de protones por otros más baratos?

Este tipo de medidas deben llevarse a cabo con mucha precaución, explicándolas muy bien a los pacientes e implicando a los médicos estrechamente para que valoren caso a caso la prescripción. Estamos hablando de un cambio en el principio activo, por lo que se trata de un cambio en la prescripción, que debe ser valorada por los profesionales médicos, puesto que hay que conocer el estado de salud de cada uno de los pacientes.