La madurez es una de las etapas más bonitas de la vida si la persona se encuentra en buen estado de salud físico y mental. Son los años en los que una persona debe disfrutar de su jubilación, de su familia, del ocio y el tiempo libre. Pero es verdad que no ocurre en muchos casos y que la edad cada vez más avanzada supone un problema para muchos. Vamos a detallar site claves para un envejecimiento activo, que nos ayudarán a aprovechar al máximo estos años de nuestra vida.

La definición de envejecimiento activo por la Organización Mundial de la Salud es la siguiente: «proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez». Para ello, desarrollamos siete consejos que nos ayudarán a conseguir estos objetivos.

HÁBITOS SALUDABLES: a partir de cierta edad, pasados los 50, es muy importante crearse ciertos hábitos y costumbres que seguiremos durante el resto de nuestra vida. Si por ejemplo, creamos la costumbre de salir a caminar durante 1 hora todos los días, es difícil que pasados los años dejemos de practicar esta actividad. Los expertos lo tienen claro y no dudan en advertir de que los estereotipos sobre los mayores perjudican su salud mental. En este sentido, destacan la necesidad de cambiar la concepción de vejez, alejarla de los estereotipos de enfermedad, dependencia o depresión, y de entender que hay muchas y muy variadas formas de envejecer.

A favor de las personas mayores está su capacidad para adaptarse a las situaciones cambiantes, circunstancia que hace que tengan menos depresión que los jóvenes. Pero como contrapunto se encuentra el hecho de que, a menudo, se catalogan como normales los sentimientos de tristeza o apatía que afloran durante la vejez. Este problema, incluso, se ve agravado en el momento que las personas que pertenecen a los grupos estereotipados asumen esas etiquetas.

Asimismo, afloran teorías que explican que, a pesar de que la jubilación teóricamente representa el momento de transición entre la edad adulta y la vejez, la mayoría de personas no se sienten viejas. No en vano, las personas mayores no están en una etapa de declive, sino en una que implica el abandono de la vida laboral pero no la trayectoria vital. Eso sí, no ocultan que dejar de trabajar puede llegar a generar cierto estrés debido a la necesidad de adaptación al nuevo estatus, por lo que es necesario que las personas mayores tengan a su alcance una oferta de actividades atractivas que den respuesta a sus necesidades.

EJERCICIO: Es recomendable practicar ejercicio todos los días, ya sea caminando o realizando una actividad acorde a nuestro estado de salud y edad. Lo importante es mantener una dinámica y permanecer activos.

ALIMENTACIÓN: En función de la época del año y de las necesidades personales, es bueno que la alimentación sea sana y equilibrada, para que nos aporte los nutrientes que necesitamos.

NATURALEZA: Permanecer en contacto con la naturaleza: especialmente cuando hace buen tiempo, la naturaleza aporta importantes beneficios a nuestro organismo. Una excursión al campo o un sencillo paseo por un río, nos hará disfrutar en contacto con estos seres vivos.

SALUD: Cada persona necesita unos hábitos de salud distintos y es importantísimo llevar un control adecuado de los mismos. Las visitas al médico a su debido tiempo, tomar los medicamentos necesarios, evitar el consumo de tabaco o alcohol€ son hábitos imprescindibles para un envejecimiento activo.

RELACIONES SOCIALES: Mantener buenas relaciones sociales y familiares: la gente ayuda a la gente, y las relaciones personales son muy importantes en la tercera edad. Tanto las que se mantiene con los amigos, vecinos o personas cercanas, como las establecidas dentro de la propia familia, son determinantes para el bienestar personal.

ACTIVIDAD: Desarrollar una ocupación: además del ocio, el ejercicio, una buena conversación€ una persona mayor debe mantenerse ocupada en la medida en que su estado de salud lo permita. Participar en actividades, apuntarse a un taller, desarrollar una habilidad en casa€ cualquier ocupación es beneficiosa para llevar un envejecimiento activo.

Además de estos hábitos de vida que debe llevar una persona mayor, existen muchos factores que potencian el envejecimiento activo y la sociedad es uno de los principales implicados. En este caso, tanto las instituciones como los distintos gobiernos deben trabajar por mantener la autonomía, el bienestar y la salud de nuestros mayores.Debe apoyar las iniciativas que potencien el envejecimiento activo desde las distintas áreas de sanidad, educación, vivienda, justicia€ y que se fundamenten en medidas como la atención sanitaria adecuada, las ayudas sociales, el derecho a una vivienda digna, la atención a las discapacidades y dependencia, la lucha contra la soledad, el desarrollo de actividades especialmente diseñadas especialmente para nuestros mayores.