La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca modificará cuatro artículos de la Ley de Medidas Urgentes del Mar Menor para permitir su aplicación. Y es que, los servicios jurídicos del Ministerio del ramo han informado al departamento que dirige Miguel Ángel del Amor que varios puntos del texto no pueden aplicarse. Entre ellos, se hace referencia al uso de fertilizantes ya que la Ley regional obliga a usar un tipo de estos productos que no están recogidos en el catálogo de fertilizantes autorizados por el Ministerio de Agricultura.

Así, esta reforma, que deberá ser validada por la Asamblea Regional, fue anunciada ayer tras la reunión mantenida por el consejero con regantes y agricultores del Campo de Cartagena para proponer alternativas.

Los cuatro artículos retocados, que han sido enriquecidos con aportaciones de las organizaciones agrarias, presentan problemas de aplicación sobre el terreno, según Del Amor, que trató con los implicados, además de la aplicación de los fertilizantes, el uso del estiércol, la normativa de evaluación de impacto ambiental de diferentes proyectos y los perímetros regables. Durante el encuentro, explicó la imposibilidad de ejecutarlos y que seguirá buscando soluciones «en solitario» porque los representantes del PSOE, Podemos y Ciudadanos «no han acudido a la reunión».

Además, el jueves, en el pleno de la Asamblea, el consejero de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente, Javier Celdrán, culpó a las enmiendas introducidas por la oposición de que la «gran mayoría» de las iniciativas no se puedan aplicar porque se ampliaron los plazos para ser implantadas. Por su parte, Del Amor detalló que la norma «dejó de ser urgente» con los cambios incorporados por la oposición a una ley que solo tiene vigente el artículo 6, que prohíbe la aplicación de todo tipo de fertilizantes en la franja litoral de 100 metros tierra adentro desde la costa.

Finalmente, y en torno a este asunto, el responsable de Agricultura recordó que el próximo agosto entra en vigor el artículo 14, que prohíbe el uso de fertilizantes de alta solubilidad, si bien «difícilmente» se aplicará porque «no está amparado en ninguna norma estatal o europea».