La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a seis meses de prisión a Antonio Martínez y Rafael Aguilera, dueños de la empresa inmobiliaria Solera el Trampolín, que han reconocido en el juicio haber estafado a la propietaria de unos terrenos ubicados en la pedanía murciana de Gea y Truyols, parte de los cuales le habían comprado.

El acuerdo de conformidad aprobado por el fiscal del caso, Rafael Pita, la acusación particular y sus defensas, incluye igualmente la reserva de acciones civiles para que la perjudicada pueda reclamar por esta vía por los daños sufridos.

El tribunal, presidido por el magistrado José Luis García, ha accedido a la petición de suspender la pena privativa de libertad durante tres años, con la advertencia de que si durante ese tiempo vuelven a delinquir, la suspensión quedará levantada de forma automática.

Con su reconocimiento, los acusados admiten que compraron a la dueña de los terrenos, en sendas ocasiones, dos partes de los mismos, con superficies de 42.110 metros cuadrados y 6.029 metros cuadrados, lo que se produjo en los años 2003 y 2005.

En mayo de aquel último año procedieron a presentar en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Murcia un proyecto de reparcelación que afectaba a toda la superficie de la finca.

Para aparentar que también habían adquirido el resto, falsificaron un contrato privado y presentaron una demanda ante un Juzgado de Primera Instancia reclamando la entrega de todos los terrenos por la dueña.

La sentencia, que ha sido declarada firme al anunciar las partes que no pensaban recurrirla, condena a seis meses de prisión a Antonio Martínez y Rafael Aguilera como autores, en concurrencia de normas, de un delito de falsedad en documento privado y un delito intentado de estafa procesal.

Esta no es la primera causa judicial a la que se enfrenta Antonio Martínez, que fue detenido por la Guardia Civil en abril de 2010 por un presunto fraude que denunciaron por los 2.000 compradores de chalés en la urbanización proyectada en el municipio de Campos del Río, donde este empresario, conocido como ´El Gitano´ y ´El Melonero´, tenía previsto construir 2.500 viviendas y campos de golf, aunque no llegó a construir ni una casa, pese a que los clientes le habían pagado dinero por adelantado. Recientemente la Fiscalía ha solicitado el procesamiento tanto de Antonio Martínez como de su socio por la presunta estafa a los clientes, en unas diligencias que se investigan en la Audiencia Nacional, ya que los compradores son de fuera de Murcia.

Además, este ciudadano vive un particular drama personal, ya que asegura que lleva más de dos años sin poder ver a sus hijas debido a que la madre de las menores se las llevó a Rumanía sin su consentimiento.