Ciudadanos ha pedido al Gobierno en el Congreso de los Diputados que ponga en marcha a la mayor brevedad posible el proyecto para interconectar las tres plantas desaladoras existentes en la Región, con el fin de paliar en el futuro problemas como los que está causando la avería que se ha producido en la planta de Águilas.

«La rotura de un colector en la desaladora de Águilas ha dejado sin agua a más de 2.000 hectáreas de las comunidades de regantes de Lorca, Águilas, Pulpí y Puerto Lumbreras justo en un momento en el que los agricultores necesitan más este recurso, lo que demuestra la necesidad de acometer esta obra» de interconexión, señalaba el diputado José Luis Martínez.

Añadió que tras la rotura se propuso que la Confederación Hidrográfica del Segura pudiera realizar algún tipo de 'préstamo' con recursos propios o del trasvase Tajo-Segura, pro «la falta de interconexión impide que esa agua llegue a las zonas afectadas, lo que se ve agravado porque solo existe un embalse en Cerro Colorao, de 90.000 metros cúbicos, lo que, según los regantes, da muy poco margen de maniobra en caso de averías como la que ha sufrido la planta de Águilas o cuando se producen episodios de lluvias intensas», añadió Martínez.

Los diputados de Ciudadanos por Murcia también han pedido al Gobierno que defina una fecha clara hasta la cual van a estar cerradas las instalaciones y qué actuaciones está llevando a cabo para paliar los problemas derivados de la avería en la planta desalinizadora de Águilas.

También quieren saber qué plazos e inversiones tiene previsto el Gobierno para llevar a cabo los trabajos de reparación y la necesaria interconexión de las plantas regionales.

De momento, el canal del Tajo-Segura sirve de vehículo para que los agricultores afectados por la avería de la planta desaladora de Águilas puedan recibir los caudales que necesitan para sus cultivos hasta que se arreglen las instalaciones. Según el acuerdo alcanzado la pasada semanas, será un máximo de 1,4 hectómetros cúbicos, que servirán para abastecer a los regantes de Lorca, Águilas, Puerto Lumbreras, Totana y Pulpí (Almería). Entre 30.000 y 40.000 hectáreas de melón, sandía, parrales y árboles frutales podían perderse de no recibir agua.