La huelga de la conserva tuvo un seguimiento masivo en las industrias de la Región, según las estimaciones de los sindicatos, mientras que la patronal consideró que la incidencia del paro había sido «escaso y desigual», aunque Agrupal admitió que en algunas fábricas no habían llegado a arrancar las máquinas y solo realizaron labores de mantenimiento durante la jornada. Cientos de trabajadores se concentraron ayer ante la sede de la Agrupación de Conserveros de Murcia para reclamar mejoras salariales que les permitan recuperar el poder adquisitivo perdido con la crisis y el mantenimiento del orden de llamamiento por antigüedad de los fijos discontinuos, entre otras reivindicaciones.

El presidente de Agrupal, José García Gómez, apuntó igualmente que la actuación de los piquetes ha impedido que algunas fábricas pudieran iniciar la jornada laboral hasta las 10.00 horas, aunque finalmente abrieron sus puertas.

Por su parte, CC OO informó de que el paro fue total en el Noroeste y en Águilas. Añadió que desde Moratalla, Cehegín y Bullas partieron siete autocares con trabajadores que se sumaron a la concentración convocada por los sindicatos ante la sede de Agrupal en Murcia.

El paro se inició este miércoles a las 22.00 horas con el inicio del turno de noche en las factorías que trabajan durante todo el día y terminó ayer a la misma hora.

A la huelga estaban convocados unos 8.000 trabajadores de la industria conservera y alimentaria de la Región, aunque tiene carácter nacional. Tras la ruptura de las negociaciones del convenio colectivo del sector, los sindicatos CC OO y UGT han convocado el paro para reclamar una subida salarial que les permita recuperar parte del poder adquisitivo perdido durante la crisis. Según fuentes sindicales, los empresarios habían llegado a ofrecer una subida del 2%, vinculada a una serie de condiciones no aceptadas por los trabajadores, que acabaron rebajando después al 1,6%.

Los trabajadores también aspiran a mantener el llamamiento de los fijos discontinuos por orden de antigüedad, mientras que las empresas proponen crear secciones específicas vinculadas al funcionamiento de las nuevas líneas de producción con tecnología más moderna. Los sindicatos tampoco aceptan la ampliación del número de jornadas en las que pueden alcanzarse las jornadas de diez horas diarias durante los periodos álgidos de la campaña propuesta por los empresarios. La patronal quiere elevar a 160 las horas que podrían sumarse a la jornada normal en los periodos de mayor producción, para detraerlas después durante las etapas con menor carga de trabajo.

Podemos hizo público un comunicado en el que culpaba a «la reforma laboral del PP» de la huelga.