Llega el buen tiempo y todo el mundo quiere ponerse en forma rápidamente para mejorar la figura, tonificarla y perder esos kilos de más que se han acumulado durante el invierno. Así, personas que no han hecho deporte a lo largo del año y llevan una vida sedentaria, comienzan a hacer ejercicio en gimnasios o al aire libre. Es habitual ver cada vez más corredores, ciclistas o personas que se apuntan a clases dirigidas en los gimnasios o a hacer pesas y máquinas. Muchos de ellos comienzan a realizar ejercicio de una manera precipitada.

El deporte ha demostrado ser una de las prácticas más saludables que se conocen, pero, eso sí, haciéndolo de una manera responsable. Los sistemas del cuerpo humano como el músculo-esquelético y el cardiovascular, tienen una capacidad de adaptación a la carga funcional que soporta, pero esa capacidad de adaptación, por desgracia, no es infinita.

Como ejemplo: no es lo mismo hacer running con un sobrepeso de 20 kilos que teniendo un peso ideal. Esos 20 kilos de más que tanta ansia se tienen por perder, generan durante la carrera un estrés mecánico y cardiovascular importante en el organismo, que se debe ponderar a la hora de planificar y realizar ejercicio si no se quiere sobrecargar ambos sistemas. Otro ejemplo muy común es empezar a realizar ciclismo o spinning. No es lo mismo que una persona con patologías en las rodillas o una antigua operación lumbar realice ciclismo que alguien que no ha padecido antes esos problemas.

Sedentarismo

SedentarismoEl sedentarismo prolongado al que en muchas ocasiones se ha sometido el cuerpo, muchas veces con malas posturas, provoca desalineamientos, acortamientos y desequilibrios musculares que van a impedir a las articulaciones moverse en el rango de movilidad articular óptima para su función, lo que conlleva que en muchas ocasiones se provoquen lesiones por sobrecarga, haciendo del ejercicio algo negativo para la salud en vez de un complemento ideal en la vida.

Por ello, desde el Colegio de Fisioterapeutas de la Región de Murcia se recomienda que antes de comenzar una actividad deportiva tras un periodo de inactividad prolongada, la persona se ponga en contacto con su fisioterapeuta con el fin de realizar una observación preventiva, al menos de su estado músculo-esquelético con el fin de protegerlo de futuras lesiones.

El fisioterapeuta, observando las cualidades físicas del sujeto, el estado físico de su cuerpo, según su edad, peso e historial clínico de antiguas lesiones o alteraciones funcionales del individuo, planificará un proceso de adaptación al deporte escogido, al tiempo de corregir posibles alteraciones músculo-esqueléticas que pudieran generar lesiones en un futuro.

Revisiones periódicas

Revisiones periódicasDe la misma forma, si ya se practica algún deporte es conveniente someterse a revisiones periódicas que permitan detectar y corregir contracturas, sobrecargas o bloqueos articulares sobrevenidos por la propia práctica deportiva y que puedan comprometer la correcta biomecánica corporal, que con el tiempo ocasionarían dolores o disfunciones en la persona.

La función del fisioterapeuta

La función del fisioterapeutaEl fisioterapeuta es capaz de detectar alteraciones o alineaciones incorrectas en el esquema corporal, como desequilibrios musculares y otras anomalías que deberá corregir adecuadamente dependiendo del tipo de deporte que se vaya a realizar. Asimismo, el fisioterapeuta enseña a la persona que va a practicar deporte, ejercicios de estiramientos y progresiones que se deberán seguir en el deporte. Dependiendo del historial clínico de cada persona, el fisioterapeuta puede detectar en ocasiones patologías que sean competencia de otros facultativos y por lo tanto, derivar al profesional correspondiente para su tratamiento. Todas estas medidas asegurarán una práctica deportiva segura y eficaz a los fines de cada persona.