La rotura de un colector principal, de 1,6 metros, de la planta desalinizadora de Águilas, ha dejado sin agua a las comunidades de regantes de Lorca, Águilas, Pulpí y Puerto Lumbreras, en un momento en el que los agricultores necesitan más estos recursos.

El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Miguel Ángel del Amor, explicó que la avería se produjo en la madrugada de ayer, y que al romperse este colector había inundado las bombas y todo el sistema eléctrico de la planta.

«En un principio no habría habido mayor problema si solo se hubieran visto afectadas las bombas, pero el sistema eléctrico es imprescindible para poder desalinizar el agua», comentó.

Del Amor, que va a hacer las funciones de coordinador/intermediario entre el Ministerio y la empresa Acuamed (propietaria de la planta) y los regantes afectados, visitará hoy por la mañana las instalaciones, para conocer el alcance de la avería. «Hemos propuesto a Acuamed que se traigan a Águilas los equipos desde otras plantas, para que, mientras no se repara todo, se pueda seguir desalando, aunque sea en porcentajes menores de los actuales», dijo.

La fisura en el principal colector estuvo soltando agua salada durante varias horas y fue necesaria la intervención de los bomberos para achicarla.

Desde Murcia también se ha propuesto que la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) pueda realizar algún tipo de ´préstamo´ de recursos propios o del Trasvase Tajo-Segura. «El problema es que no hay infraestructuras para que ese agua llegue a las zonas afectadas», reconocieron tanto el consejero como el presidente de la Comunidad de regantes de Lorca, Juan Marín.

Del Amor destacó la importancia del proyecto de interconexión de las tres plantas del Ministerio para evitar en el futuro problemas como el actual.

Por su parte, Marín lamentó que cuando se proyectó la planta sólo se construyera un embalse en el Cerro Colorao de 90.000 m3, «lo que nos da muy poco margen de maniobra en caso de averías o cuando vienen episodios de lluvias, momento en el que se podría almacenar el agua que se produjera en lugar de parar la planta». Reclaman un nuevo embalse de al menos 1 hectómetro cúbico.

Sólo en Lorca, hay 2.000 hectáreas de cultivos afectados, principalmente de sandía, melón, parrales y cítricos, «que no pueden aguantar más de dos días sin agua con las temperaturas que estamos teniendo», dijo Marín.

La peor parte se la van a llevar los pequeños agricultores, que toman directamente el agua de la tubería de la desaladora al no tener balsas donde guardarla.

Se calcula que la planta estará cerrada entre dos y tres semanas.