Los cruceros de Barcelona y las Islas Baleares, toda la costa de Girona y el proyecto de metro en San Sebastián, son algunas de las 48 'Banderas Negras' que este 2018 concede Ecologistas en Acción para denunciar "los casos más destacados de despropósitos medioambientales" de las costas españolas.

Entre las costas que repiten este 2018 se encuentran la Ría de Huelva, las playas de Nerja (Málaga), la Ría de San Martín de la Arena (Cantabria), la ampliación del Puerto de Bilbao, la playa Surrach-Aiguadoliva (Castellón), la bahía de Portmán y el Mar Menor, ambas en la Región de Murcia.

En este nuevo informe, Ecologistas continúa con el formato usado desde 2016, asignando dos Banderas Negras a cada provincia española, más Ceuta y Melilla: una bandera por casos de contaminación y otra por casos de mala gestión ambiental. Aunque el informe se limita a los 48 casos "más conflictivos", advierte de que continúa denunciando "estas y otras ilegalidades" cometidas en el litoral español.

Este año Ecologistas ha decidido otorgar una 'Bandera Negra' a los cruceros de Barcelona y Baleares por su contaminación en ambos casos. Según destaca, los barcos utilizan combustibles con alto contenido de azufre, que emiten contaminantes altamente peligrosos para la salud humana (SO2, óxidos de nitrógeno NOx, partículas en suspensión PM10, PM2,5 y ultra-finas, así como otros hidrocarburos peligrosos), y cuando atracan en puerto, continúan quemando fueloil.

La ONG recuerda que el consistorio barcelonés acaba de firmar un acuerdo con el Puerto que potenciará de forma exponencial este tipo de turismo, al que se opone.

En el caso de Baleares, se ha otorgado por la deficiente depuración que se observa en muchos de los lugares costeros de las islas, y junto a esta, también a la falta de publicación del decreto de protección de la 'Posidonia oceanica'. Para la organización, existe un "absoluto descontrol" y falta de información a la población sobre las emisiones de humos y otras externalidades ambientales que provocan los cruceros, significadamente en el puerto de Palma. La ONG destaca que Baleares sumó 174.756 cruceristas entre enero y marzo de 2018, un 134,5% más en comparación con el mismo periodo de 2017.

En el informe también aparece la concesión de una bandera tanto por contaminación como por mala gestión ambiental, a toda la costa gerundense, más conocida como Costa Brava. "El impacto de la actividad turística sobre el patrimonio natural y cultural es notable, y no sólo amenaza a la biodiversidad de estas zonas, con ecosistemas muy frágiles, sino que también está afectando notablemente al modelo de vida de la población local", avisa la ONG.

En este sentido, lamenta que se podrían marcar muchas 'Banderas Negras' "en prácticamente todos los municipios" de Girona, entre los que destacan: Pals, Palafrugell, Palamós, Tossa de Mar o Roses, entre otros.

Por mala gestión ambiental tiene una 'Bandera Negra' el proyecto de Metro de San Sebastián. Según subraya Ecologistas, este metro pasaría por debajo de la playa de la Kontxa y no han hay ningún estudio que justifique dicha obra en términos de mejora del transporte y la movilidad, mientras que la oposición ciudadana al proyecto ha publicado estudios que demuestran que es una obra innecesaria para el transporte público.

LA DENUNCIA ES NECESARIA

"Este hecho es un indicativo de que es imprescindible seguir denunciando las actuaciones irresponsables de los diferentes gobiernos, así como las consecuencias que han derivado en la destrucción de determinados entornos costeros, además de sus valores humanos, sociales y culturales --apunta Ecologistas--. Es necesaria la denuncia, así como lo es la puesta en marcha de medidas que traten de mitigar las problemáticas derivadas, en muchos casos irreversibles".

Por otro lado, el Informe incluye dos anexos, uno en el que se explican los análisis de la calidad de aguas de baño que realizan las diferentes autoridades localidades y que son recogidos por el Náyade (Sistema Nacional de Información de Aguas de Baño del Ministerio de Sanidad); y otro centrado en las denominadas 'basuras marinas', en el que se trata de dar una explicación genérica de la situación.