La exministra de Defensa María Dolores de Cospedal, que ayer visitó la Región para pedir el apoyo de los militantes murcianos en la pugna por la presidencia del Partido Popular, dijo que no piensa descalificar a ninguno de sus contrincantes, aunque repartió mensajes para quien los quisiera escuchar. La que fue número dos del PP bajo la presidencia de Mariano Rajoy se mostró partidaria de «la renovación y de la entrada de «savia nueva» en la dirección, aunque defendió que «los de más de 45 años también tenemos derecho a la vida», en respuesta a los candidatos que presumen de juventud. Al principio expresó este razonamiento defendiendo «a los que tenemos más de 40 años», por lo que pudo entenderse que se estaba refiriendo al vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, que tiene 37 años, y a su equipo, en el que hay varios parlamentarios murcianos.

A su juicio, «también la experiencia es algo muy importante», que permite garantizar la continuidad del PP. «No podemos transformarnos en otro partido. No quiero ser una copia mala de Ciudadanos. Ellos son la copia y nosotros, el original. No podemos ser un facsímil de mala calidad», advirtió la candidata.

María Dolores de Cospedal llegaba a Murcia un día después de que visitara la Región la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, a la que también aludió sin nombrarla, al recordar que ella ha «ganado unas elecciones autonómicas» y fue la primera presidenta del PP de Castilla-La Mancha, dejando claro que su capacidad de gestión no se limita a «administrar los presupuestos del Estado». No obstante, señaló que no tenía intención de «decir nada malo» de los demás aspirantes con los que medirá sus fuerzas el 21 de julio, «porque somos compañeros de partido».

Defendió también su actuación como responsable de dar la cara en los malos momentos del PP, cuando tuvo que salir a defender «la honestidad del partido» ante a los casos de corrupción «que nos indignaron a todos los hombres y mujeres de buena fe» y que «dejaban a nuestras siglas en un lugar que no merecíamos».

Reconoció que el hecho de que «algunos delincuentes estén donde deben estar» pudiera «avergonzar» a los militantes y aseguró que aquella situación resultó «muy dura» para ella. No obstante, dijo que «defender la honestidad del PP para mí ha sido un tremendo orgullo, a pesar de que lo más fácil habría sido ponerme de canto», y de que esta responsabilidad «haya sido perjudicial» para su imagen.

A los alcaldes y concejales de la Región presentes en el acto De Cospedal les prometió atender las grandes demandas de los consistorios, con la elaboración de una nueva Ley de Bases de Régimen Local, que garantice la financiación necesaria para atender las necesidades de los ayuntamientos y los servicios que se ven obligados a prestar, aunque sean competencia de otras administraciones distintas.