De esta guisa lucía ayer el pantano de Camarillas de la cuenca del Segura, el segundo más pequeño, que se encuentra al 54% de su capacidad, según los datos de la Confederación Hidrográfica. El embalse tiene que soltar agua cada vez que recibe agua de los pantantos de cabecera del Tajo a través de los canales del Trasvase. Un agua que se mezcla con el caudal propio de la cuenca y cuya explotación es conjunta. Desde este y otros embalses del Segura el agua se envía para los diferentes usos, tanto agrícolas (regadío tradicional y del Trasvase) como de abastecimiento humano.