Los autores del estudio Oportunidades de empleo y Renta en España 2007-2016 consideran necesaria «una reconsideración muy seria de las políticas de formación para los desempleados, a partir de una estimación del impacto sobre la empleabilidad de los vigentes cursos de formación y medidas similares. Son políticas en las que se invierten muchos recursos y sobre cuyos resultados no hay evaluaciones adecuadas».

No obstante, tienen claro que «sin una mejora en la capacitación efectiva va a resultar muy difícil recuperar para el empleo a trabajadores que llevan años desempleados, muchos de los cuales tienen muy baja formación y, por tanto, una baja capacidad de adaptación a un entorno cambiante».

Al mismo tiempo, los investigadores que han realizado el estudio, Carmen Herrero, Antonio Villar y Ángel Soler, abogan por la aplicación de medidas de inserción estable de los jóvenes en el mercado laboral. El apoyo a la contratación indefinida de los jóvenes parece imprescindible para facilitar esa inserción estable, con lo que implica de compromiso con la actividad y de aprendizaje en el puesto de trabajo», defienden.

En tercer lugar plantean la necesidad de «abordar el modo de mejorar los resultados del sistema educativo en una doble dimensión: mejora de las capacidades (tanto conocimientos como habilidades) y mejora en la equidad. Existe una fuerte dependencia de los resultados educativos del origen familiar». Esta limitación se convierte en una amenaza para las generaciones que están formándose, dado que «el aumento de la proporción de población con menores niveles de renta puede fácilmente acrecentar la polarización de la sociedad en términos de resultados educativos».

Demandan igualmente un mayor esfuerzo en investigación y desarrollo.