La Región ha sido una de las comunidades autónomas más castigadas por la crisis. Mientras que la clase media se reducía y perdía terreno, la población con rentas más bajas aumentaba por encima del 20%, según el estudio Oportunidades de empleo y Renta en España 2007-2016, presentado por la Fundación Ramón Areces y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).

En 2013 la renta regional había caído hasta el 69,2% de los valores que alcanzaba antes de la recesión, aunque en 2016 había conseguido remontar hasta el 83,1%.

Los autores dividen a la población en cuatro grupos de renta, pero solo el colectivo de los más ricos había conseguido llegar a 2013 con una renta superior a la que tenía antes de la crisis. En 2016 este segmento había aumentado sus ingresos un 4,5%, mientras que los murcianos más pobres habían perdido un 8,8%.

De los dos grupos intermedios, que pueden considerarse clases medias, uno a duras penas mantiene las rentas anteriores al año 2007 (gana un 0,3% más), mientras que el otro pierde casi un punto.

El resultado es que el colectivo que más cercano a la pobreza es el único que se ha ampliado.

A pesar de que la recuperación de los últimos años ha permitido situar el PIB en niveles muy próximos a los que existían antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, al superarse los 30.000 euros en 2017, la realidad económica actual es muy diferente a la que había 2007.

Estos diez años de crisis han supuesto un cambio notable en la distribución de la riqueza, con el desplazamiento de importantes grupos de población hacia las capas más desfavorecidas de la sociedad y también, aunque en menor medida, hacia las clases altas. Una polarización que ha ido en detrimento de las clases medias, que siempre se han considerado el mejor síntoma de una economía sana.

Según el estudio que han elaborado los investigadores Carmen Herrero, Antonio Villar y Ángel Soler para la Fundación Ramón Areces y el Ivie, la población regional que dispone de una renta similar a la media de España se había reducido casi un 42,7% en Murcia entre 2007 y 2013.

Esto supone que la proporción de murcianos que disponen de los ingresos medios de los españoles había bajado del 33,7% al 19,3%.

El retroceso ha sido el mayor de toda España. Solo Baleares (41,95) y Canarias (39,1%) registraron en los años más duros de la crisis un descenso comparable al de la Región, mientras que La Rioja salvó este periodo con una caída de apenas el 13,7%.

Si se amplía el periodo analizado hasta 2016, la caída se reduce al 19%. Esto supone que el 27,3% de los murcianos alcanzaban la renta media nacional, cuando la media las comunidades autónomas estaba en el 30%.

La pérdida de renta ha tenido efectos especialmente duros en la clase media, que ha retrocedido a medida que se ampliaba el segmento de población más pobre, que no llega a alcanzar los 6.400 euros de ingresos.

Este último grupo, que en 2007 representaba el 38,5% de la población regional, llegó a alcanzar el 53,2% en 20013. No obstante, en 2016 se había situado en el 46,5%.

Extremadura, que es la región con más población en este grupo cercano a la pobreza, llegaba alcanzar el 54,2%.

El estudio concluye que «Baleares, Canarias, Castilla y León y la Región de Murcia son las comunidades donde la crisis ha afectado en mayor medida a esta variable. Sin embargo, tanto Castilla y León como Murcia han demostrado una capacidad de recuperación claramente mayor que la media. Lo contrario ocurre con Cataluña, que cae poco más que la media nacional pero no consigue recuperarse al ritmo de las demás comunidades».

Por el contrario, el Principado de Asturias, Cantabria, el País Vasco y La Rioja son las comunidades que han sufrido menos las consecuencias de la crisis.