Días después de ser elegida en las urnas decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia (UMU) Carmen Robles aún se siente abrumada por la repercusión que está teniendo su nombramiento. Cientos de mensajes y llamadas le han colapsado el teléfono y revistas científicas, así como medios regionales y nacionales, se han puesto en contacto con ella, la mujer que ha roto el techo de cristal en este ámbito universitario. Recibe a LA OPINIÓN en la sala de juntas de la Facultad, de cuyas paredes cuelgan los cuadros de todos los decanos que han dirigido su trayectoria, todos hombres, y entre los que estará el de Carmen dentro de cuatro años. La nueva decana de la Facultad de Medicina de la UMU afirma que «ya tocaba una mujer» y reconoce haberse sentido arropada en la presentación de su candidatura tanto por compañeros como por las alumnas, «quienes me decían que esto debía cambiar».

El equipo que ha formado también tiene más presencia femenina que masculina y aunque asegura huir de las cuotas dice que lo ha formado buscando sólo a personas válidas para cada uno de los cargos, viendo quiénes tenían ganas y méritos. «El equipo es sólo un reflejo de la Facultad de Medicina, eminentemente femenina, pero en la que aún las mujeres están más en la base y ellos, los hombres, en el pico de arriba».

La nueva decana de Medicina se ha medido en las urnas a Manuel Sánchez-Solís, también profesor de la Facultad y jefe del servicio de Pediatría de la Arrixaca, compañero de promoción con el que estudió y cuyo punto de vista en muchos temas considera «fundamental». No obstante, Robles explica que «la experiencia clínica es sólo una parte del grado de Medicina» y cree que gracias a su trayectoria (ha sido vicedecana de Calidad y ha supervisado todos los grados y máster analizados por la Aneca, coordinadora de Prevención y profesora titular de Anatomía Humana) tiene una visión muy completa de lo que es la Facultad.

Por delante tiene cuatro años al frente del Decanato y muchos retos que afrontar. Entre ellos está el traslado de la Facultad al Campus de la Salud, junto al Hospital Virgen de la Arrixaca. «Será un paso importante porque ahora estamos dispersos, mejorará la relación de clínicos y preclínicos, la investigación y la calidad». En estas instalaciones estará el aula de habilidades como un complemento a las prácticas de los estudiantes, un espacio en el que se podrán simular partos, RCP y emergencias sanitarias. «De aquí no puede salir un alumno que no sepa hacer una RCP (reanimación cardiopulmonar), atender un parto y coser. Son situaciones básicas». En el horizonte también tiene la negociación del próximo convenio de prácticas. «La negociación del actual, que se cumple en 2020, fue complicada porque la UCAM intentó que sólo nos quedáramos con la Arrixaca, pero no nos pudieron pasar por encima», afirma. A la vez que señala que «los recursos públicos deben ser para las universidades públicas, porque lo que ocurre en Murcia no pasa en ninguna otra comunidad autónoma».

La nueva decana de Medicina de la UMU ve con preocupación la apertura de nuevas facultades en España y dice que no es lógico que se oferten 6.000 plazas MIR para 13.000 aspirantes, por lo que considera que «vamos de nuevo hacia una situación de paro médico y se está haciendo una gran inversión en preparar a estos profesionales para que acaben en el paro o marchándose al extranjero». Respecto a los planes de estudio cree que deben «reflexionarse» y apuesta por plantear nuevas asignaturas como la Atención Primaria, «considerada la cenicienta de la Medicina al estar mal valorada y mal pagada», y la oncología y cuidados paliativos porque «avanzamos hacia un envejecimiento de la población y hay que llegar con buena calidad de vida». Preguntada por sus primeras impresiones sobre la ministra de Sanidad, Carmen Montón, señala que le parece «muy bien» que sea una mujer preparada la que esté al frente del Ministerio y confía en que tenga tiempo para hacer los cambios necesarios como el copago, tras su apuesta por la Sanidad universal.

Profesional que hace equipo y busca en todo momento el consenso

Carmen Robles nació hace 61 años en el barrio murciano de El Carmen. Estudió Medicina en la UMU y tras ejercer como médico de familia en Alguazas mientras hacía la tesis volvió a las aulas como profesora. Tiene tres hijos, dos de los cuales han elegido seguir sus pasos con titulaciones de Ciencias de la Salud (Farmacia y Fisioterapia), mientras que el tercero es ingeniero. Sus compañeros de Facultad aseguran que «es una profesional que hace equipo, con unas cualidades sobresalientes» y que en todo momento busca consenso. «Realmente es muy confortable trabajar con ella», afirman.