IRI es una compañía estadounidense de investigación de mercados que opera en 58 países y ofrece a sus clientes (supermercados y cadenas de alimentación) análisis del mercado minorista, de los consumidores y de los productos más demandados. Esta compañía lleva 20 años en España. Guillermo Verderas se encarga del sector de la Alimentación y las Bebidas y será el encargado de dar una charla en el Foro Proexport durante la clausura de la Asamblea General de los productores de frutas y hortalizas de mañana.

Usted va a exponer los retos y tendencias de las frutas y hortalizas en los mercados. ¿De cuánto volumen de negocio estamos hablando?

A través de los datos que recibimos de los supermercados y grandes superficies sobre los productos que venden podemos conocer mejor las tendencias del consumo. En concreto, en el campo de frutas y hortalizas estamos hablando de un mercado que mueve cientos de millones de euros; es de los que más pesan en alimentación.

¿Y hacia dónde van las tendencias del consumidor en este sector?

En general, en el sector de la alimentación impera mucho el tema de la salud y la conveniencia, lo cerca que está el producto y lo fácil que es consumirlo. Y llama mucho la atención un nuevo concepto de buscar productos 'premium' sobre todo en frutas y hortalizas. Es decir, que destaquen por su calidad pero también que estén cocinados y manipulados, como ensaladas listas para consumir, que es lo que se denomina productos de cuarta y quinta gama. Tras los años de crisis que hemos vivido, los estudios que tenemos nos demuestran que el optimismo y una mayor renta per cápita se traduce en la búsqueda de este tipo de artículos.

¿Qué puede haberlo condicionado?

El cambio se nota sobre todo porque cada vez velamos más por la salud y por nuestro cuidado, y elegimos productos que nos sientan mejor. Leemos más las etiquetas para saber el origen del producto y su composición, somos un consumidor más racional. Esto cada vez cala más y son el tipo de artículos que se encuentran en los establecimientos.

¿Y el análisis de los datos sirve más para optimizar los recursos de las empresas o para redireccionar el consumo?

Lo que nosotros hacemos es ofrecer una información con la que todos salimos ganando. Gracias a saber lo que está pasando las cadenas son capaces de ofrecer al consumidor lo que consume, que se tenga en cuenta sus necesidades y sus gustos. Y, por supuesto, sirve para que las empresas eviten pérdidas.

¿En qué medida se pueden beneficiar los agricultores, los empresarios agrícolas, de esta información?

Estos datos les pueden servir para conocer mejor la tendencia de los mercados y los gustos de los consumidores. Se puede evitar por tanto que cultiven un producto que no tiene salida. Y deben ser, realmente, los primeros en conocer estos datos.

Y en el caso concreto de las frutas y hortalizas, ¿qué es lo que más se pide?

Lo que se ve claramente es que se busca el producto cómodo, no comprar fruta para varios días, por ejemplo, sino para el consumo de esa jornada en concreto, para que no sobre. O la ensalada que incluye hasta el aceite y vinagre y que ya no preparamos en casa. Y hay mucha preocupación por hacer una trazabilidad del producto, de saber de dónde viene. Los productores que estén en esta línea pueden aprovechar la tendencia para sacar pecho de lo que hacen.

¿Qué futuro le ve al sector?

Los supermercados cuidan cada vez más la oferta en fresco. Hay un momento estupendo para que las frutas y hortalizas se posicionen como productos saludables y de calidad. Hay un escenario futuro muy bueno.

Entonces, ¿hemos abandonado el microondas?

Es cierto que hubo una época en la que abusábamos del microondas porque tenía ese punto de comodidad, pero ahora buscamos ese otro punto añadido de saludable y estamos abandonando esos productos con más cantidad de conservantes.