La cercanía de las elecciones autonómicas, que se celebrarán en menos de un año, se dejó notar ayer en el Debate del Estado de la Región, donde el mayor acuerdo que alcanzaron los cuatro grupos políticos representados en la Asamblea (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) fue el de mantener la unidad para exigir al nuevo Gobierno del PSOE una reforma del sistema de financiación autonómica que trate de manera justa a la Región de Murcia.

También hubo acuerdos en temas como el empleo, el pacto de la violencia de género, la regeneración de Portmán, la Ley de Familia, la eliminación del copago a los pensionistas, la pobreza, el pacto por las infraestructuras y la carrera profesional de los funcionarios, entre otras cosas. En total, se aprobaron 21 resoluciones por unanimidad (7 del PP, 8 del PSOE, de Podemos y 4 de Ciudadanos).

Estos consensos se produjeron tras un debate bronco, con muchos reproches por parte de los portavoces de los grupos parlamentarios, que se lanzaron duras críticas sobre la corrupción, las cifras de pobreza y el machismo.

La segunda jornada del debate comenzó con el portavoz del Grupo Socialista, Joaquín López Pagán, quien mostró un tono más beligerante del esperado, reprochando al presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, que dijera que el plan de empleo femenino anunciado el día anterior estaba pensado «para las mujeres que tienen que abandonar el mercado de trabajo para cuidar de sus hijos». «A ver si se enteran de que no solo son las mujeres las que tienen que criar», señaló López, quien criticó también que el jefe del Ejecutivo hable de la Región como «tierra de libertad» cuando para que haya libertad, según él, debe existir primero «una igualdad de oportunidades» que aquí, a su juicio, no se da.

El portavoz socialista insistió en que hay 120.000 niños en riesgo de pobreza en la Región y lamentó que el presidente hable de que la mejor política social es el empleo. «¿Qué vamos a hacer, poner a los niños a trabajar», se preguntó Joaquín López, quien pidió al Ejecutivo que se ofrezca para acoger a las parte de las personas que van a llegar a España en el barco Aquarius y reclamó que no empiece ya a hacer oposición al Gobierno de Pedro Sánchez. «No utilice el pacto regional del agua recientemente firmado para hacer política basura», afirmó.

En su primera intervención, el portavoz de Podemos, Óscar Urralburu, estuvo menos bronco que en otros debates. Habló de la corrupción «y de las comisiones ilegales de las infraestructuras que el PP utiliza para financiarse». Ya en su intervención de la tarde insinuó que la misma estructura de financiación ilegal del PP nacional, sentenciada en el caso Gürtel, se produce en la Región.

Podemos es el único partido que no ha firmado el pacto regional del agua, por lo que Urralburu advirtió a PSOE y Ciudadanos que «no se fíen del PP, que volverá a sacar la pancarta 'Agua para Todos', porque les interesa que haya escasez». En educación, el portavoz de la formación morada acusó al Gobierno de dejar la política afectivo-educativa en manos «de un homófobo», en referencia a José Luis Mendoza, presidente de la UCAM, aunque no lo citó. Criticó las rebajas de impuestos de López Miras, afirmando que solo benefician a las grandes fortunas, «a las que les ha tocado la lotería con ustedes». Pidió al presidente que cambie el modelo energético y se enfrente «a las grandes eléctricas», anunciando que propondrá introducir el derecho al sol en el nuevo Estatuto de Autonomía. Defendió el soterramiento, pidió a Conesa que defienda a los vecinos de los barrios del sur de Murcia y definió a Francisco Bernabé como «el peor delegado del Gobierno de la historia, peor que los gobernadores civiles».

Miguel Sánchez, de Ciudadanos, mostró un término medio, señalando que la Región no era «ni la Arcadia feliz del presidente Miras ni tampoco una Región arrasada como pinta Podemos». Sánchez criticó «la mala imagen» que da el PP de la Región por los casos de corrupción, «que ha manchado a 39 de los 45 ayuntamientos», y puso en valor las medidas que ha introducido en estos años Ciudadanos en los presupuestos regionales. Aseguró que su grupo trabaja para presentar una Ley Integral del Mar Menor y pidió un plan de choque contra la pobreza, que contemple «bonos de impacto social». Sobre la anunciada Agencia del Clima, espera que no se convierta «en una agencia de colocación».

Por su parte, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Víctor Martínez, lanzó toda su artillería contra el resto de partidos. Al PSOE le acusó de mantener a un alcalde en Totana que dijo, según él, que «la mujer y el papel, el culo has de ver», y de haber gobernado en Cartagena «con el alcalde más machista de España». Sobre Podemos, sacó a colación el asunto del chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero, exhibiendo en la tribuna un desplegable en el que se observaba una casa de lujo. «El manual del 15-M: de la calle al chalé», ironizó. A Ciudadanos, en cambio, le recordó la polémica sobre la supuesta compra de afiliados, llegando a mostrar también el dinero mientras intervenía. Anunció que el PP va a ser exigente con Sánchez «como lo ha sido con Rajoy», acusó a la oposición de mentir sobre las cifras de pobreza y dijo que «todos los indicadores de la Región están mejor que hace un año».