Comparado con el del martes, el del miércoles, a pesar de sus sesiones de mañana y tarde del debate del Estado de la Región, que hubo que comerse, no tuvo punto de comparación en cuanto al aburrimiento. Los cuatro portavoces de los partidos políticos representados en nuestra Asamblea Regional salieron a decir sus cosas de un modo bastante distinto al discurso del presidente López Miras del día anterior. Hasta él mismo, aunque faltón y mala sombra en algunos momentos, le dio mucha más vida a su intervención y los que estábamos presentes lo agradecimos.

La mañana comenzó con el discurso del representante del PSOE, Joaquín López Pagán, un joven abogado, vestido de gris y rosa (la corbata) con buena dicción, aunque sin poder llegar nunca al increíble fraseo de su antagonista, el portavoz del PP Víctor Manuel Martínez, que ese no es que ya pronuncie cada sílaba, sino que la paladea como si se tratara de una cucharada de flan casero. El socialista estuvo correcto, desgranando sus quejas al Gobierno y llamándoles la atención sobre los temas más importantes que sufrimos los murcianos, con un gran énfasis en lo social, en la pobreza infantil y el trabajo de porquería que abunda en los contratos que se firman en nuestra tierra. Bien es verdad que no sacó ninguna manualidad en forma de recortable pegado que se expandía al abrir sus tapas, en forma de chalé de Pablo Iglesias, para apoyar sus aseveraciones, como hizo el portavoz popular Víctor Manuel, que también rompió un folio en cuatro partes para apoyar otra tesis, que esa no me enteré de cuál era porque estaba distraído y el periodista que se sentaba junto a mí tampoco me lo pudo explicar porque él también estaba distraído, fíjate tú qué casualidad.

El socialista López, como les decía, citó los datos de UNICEF para reclamar una acción inmediata en el tema de la pobreza de los niños murcianos. Precisamente sobre eso le respondió también Víctor Manuel pasándose esos datos de la institución de la ONU para la infancia por los mismísimos; ustedes perdonen la expresión, pero es que, a gritos y moviendo mucho la extremidades superiores y algo las inferiores nos dijo a todos que no eran ciertas esas cifras, que no sé yo por qué UNICEF se inventa esas cosas precisamente aquí en Murcia, que, a lo mejor, nos han tomado manía.

Cualquiera que lea esto hasta aquí puede pensar que yo solo hablo de los partidos viejunos y que de los nuevos me callo porque tengo una edad y soy conservador. Pero no es así, porque también digo que intervinieron Óscar Urralburu y Miguel Sánchez como portavoces de Podemos y de Ciudadanos y yo estuve allí escuchándolos como un hombre, saliendo solo dos veces del salón de actos por temas urgentes pero volviendo siempre al pie del cañón. En cuanto al de Podemos, he de decir que creo con franqueza que es el que más se lo curra para preparar sus cosas, pero que solo busca lo malo, es más, solo busca lo peor de lo peor y eso es lo que suelta, de un modo algo atropellado porque son muchos los defectos de este Gobierno, según él, y para decirlos todos le falta siempre tiempo. Esta sarta de denuestos pierde siempre un poco de fuerza según se va soltando, y quizás, aunque Dios me libre de dar consejos a nadie en política, si se fijara más en unos cuantos de esos defectos, los agarrara del cuello, les mordiera los hígados y no soltara la dentellada, tendría más efecto. En cualquier caso, los votantes de Podemos pueden estar tranquilos que están bien representados.

En cuanto al de Cs, Miguel de nombre y Sánchez de apellido, se trajo un discurso escrito, subrayado en dos colores y muy estructurado haciendo crítica por un lado y ofreciendo una posible solución a cada apartado, bien es verdad que unas soluciones estaban más pensadas que otras, a mis cortas luces, pero es una novedad que hay que agradecer que además de criticar se ofrezca una idea para solucionar el problema.

Y además hay que decir que los tres, el socialista, el de Podemos y el de Cs, le dijeron al presidente López Miras un poco de todo en cuanto a lo malo se refiere, mientras que a su portavoz particular, el del PP, solo le faltó besarlo, porque abrazarlo ya lo hizo. Si me piden ustedes que les dé una opinión de conjunto, les diré que lo mejor es que haya debate, que cada uno diga lo que tiene que decir, que no haya corruptos en la sala, ni siquiera investigados, porque unos parecen más válidos y otros menos, unos más rápidos y otros más lentos, pero todos son nuestros representantes, a los que hemos elegido con nuestros votos y estos días se han ganado el sueldo que les pagamos.

Ah, y por cierto, a ver si la próxima vez hay una mujer portavoz o una portavoza, como se diga. Que ya está bien de tíos diciéndose barbaridades.