«La calidad del agua reciclada es segura» para el ser humano. Así de contundente se mostró ayer en Murcia Jorg Drewes, experto en la materia, quien añadió, sin embargo, que las empresas de depuración y suministro de agua deben ir siempre «un paso por delante» de los problemas que puedan surgir con contaminantes nuevos.

Jorg Drewes es profesor Asociado de Ciencias Ambientales e Ingeniería del Centro Avanzado de Tecnología del Agua (AQWATEC ) y de Ingeniería Civil y Medioambiental en la Escuela de Minas de Colorado (EE UU). Ha participado en la Conferencia Regional de IWARESA2018 que, organizada por el Cebas-Csic y la International Water Association, acoge a 150 expertos de 15 países.

«Los ríos reciben agua de usos urbanos, en la que hay residuos que conocemos perfectamente; la tecnología que se utiliza busca esos parámetros, como los microorganismos patógenos y toxicidad crónica relacionada con residuos químicos, y los elimina manteniendo la calidad para su reutilización», explicó.

Drewes puso de ejemplo a la Región de Murcia «donde se está muy avanzado en estas prácticas y las empresas de aguas proporcionan las 24 horas del día y los siete días de la semana, recursos reutilizados de calidad, como un producto que luego se transforma en un bien económico de alta calidad. Es lo que denominamos economía circular».

El debate está actualmente en las sustancias contaminantes emergentes y que los tratamientos convencionales no eliminan totalmente, como los residuos de productos utilizados en los cultivos, o de otros usos (cafeína, antidepresivos, microplásticos o antibióticos). «Y la cuestión es, ¿es peligroso para el ser humano el estar en contacto con este agua, podemos enfermar o presentar alguna reacción alérgica?». Drewes es tajante: «No hay pruebas ni evidencias de que el agua con estas pequeñas concentraciones puedan tener efectos secundarios para la salud del ser humano, y particularmente, si ese agua se utiliza para riego. No hay de qué preocuparse».