El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de la Región de Murcia, Miguel Ángel del Amor, considera «fundamental» para su comunidad y para España alcanzar un pacto que permita «olvidarse del agua por mucho tiempo», al margen del «color» de los diferentes gobiernos.

En una entrevista para repasar la situación y los retos del sector agroindustrial de la comunidad murciana, Del Amor confía en que se mantengan los compromisos adquiridos con el anterior Ejecutivo en materia de agua, pero también de infraestructuras y medioambiente con las actuaciones previstas en el Mar Menor.

Menos de dos meses después de llegar al Gobierno de la Región de Murcia y en la semana en la que se ha conocido el nuevo Ejecutivo socialista, el consejero apela a que se continúe con el trabajo realizado, después de 140 reuniones, para consensuar un documento con las necesidades de todos que, en principio, «llegaba al Congreso en un mes».

«Necesitamos de una vez por todas dar certidumbre a los agricultores» sobre el tema del agua «que tiene que ser un bien de Estado que se reparta de la manera más equitativa posible», añade.

Y también pide eficacia, pues, a su juicio, «no tiene sentido» que en un mismo año se den ayudas a la sequía y a las inundaciones, una campaña excepcional en la que «todos hemos sufrido».

Por ello, desde la «lealtad institucional» ante los nuevos miembros del Ejecutivo, muestra su «inquietud», porque «cuando hay un cambio, nunca se sabe si se va a mantener o no la misma línea».

Del Amor defiende la «interconexión entre cuencas», pues reconoce que «vivimos del Trasvase Tajo-Segura, hemos estado diez meses sin él y hemos visto la necesidad». Aún así, aboga por combinarla con otras medidas, como el uso de agua desalada, pues «las desaladoras ya están trabajando al 100%», una solución que «por sí sola no vale, porque hay que remineralizarla».

En este sentido, Del Amor valora el «dinamismo» del sector agrario murciano para hacer «de la necesitad virtud», con medidas e inversiones que le han llevado a conseguir parámetros muy altos de reutilización de agua, del 98%, frente al 9% de la media nacional.

La importancia del sector agroalimentaria murciano queda patente en dos cifras: uno de cada cuatro murcianos vive de la agricultura y la actividad representa el 21% del PIB de la Región, con una industria muy enfocada al mercado extranjero y que tiene la misma preocupación global: la reforma de la Política Agraria Común (PAC).

En Murcia, la PAC supone cada año 190 millones de euros, 80 de los cuales llegan en pagos directos, sobre todo a la parte más desfavorecida de la región que es el Campo de Cartagena. En estos momentos, desde la Consejería de Agricultura se está analizando la efectividad de la aplicación de esta programación y «recogiendo la opinión del sector» para saber cuáles son las prioridades.

Un análisis que se realiza mientras ya se conocen las líneas maestras de la programación de la Comisión Europea, que prevé un recorte del presupuesto del 5% (a precios corrientes) y un techo máximo de ayudas de entre 60.000 y 100.000 euros por explotación para garantizar una distribución más equitativa de los pagos.

«Esto acaba de empezar y luego cambia mucho», señala el consejero, quien prefiere «no tensionar, por el momento», ni con este tema ni con otros, como el del agua, «en el que se trata de solucionar, no de pelear ni de decir esto sí, esto no».

Los mercados constituyen otra de las preocupaciones para el potencial exportador de Murcia, que mira con inquietud a los acuerdos con Mercosur, nuevos socios comerciales para los que pide «que se pongan las mismas exigencias, que no quiere decir trabas».

En la actualidad, ve en los vinos «una proyección bastante buena», especialmente en mercados especializados que buscan productos diferentes, que en Murcia se consiguen por las características del terreno. «Estamos exportando más, la crisis nos enseñó a vender mucho más fuera», afirma, tras destacar varios hitos como el acuerdo con Canadá y la apertura de convenios con la India y China, un mercado «por el que se ha luchado mucho».

Otro frente qes recuperar la confianza del consumidor y hacer frente a las informaciones que ponen en duda su credibilidad y «hacen mucho daño».

«Siempre puede haber alguien que no haga las cosas bien», por lo que «hay que aprender de todo eso para no ir tarde, exponer con transparencia lo que hacemos y si alguien tiene una duda, que lo pueda consultar», plantea.

Estos son los retos de un sector que vive una campaña en la que las condiciones climáticas han regulado el mercado de la fruta de hueso, que se traduce en «precios muy buenos», al igual que los cítricos y los productos hortícolas; para el melón y la sandía se prevé una reducción de las producción a causa de la sequía.

Nuevo revés del TSJ a Castilla-La Mancha

n La Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región ha dictado la que constituye su tercera sentencia desestimatoria de otros tantos recursos presentados por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha contra la cesión a regantes murcianos de aguas procedentes de Hellín (Albacete). La Junta, en este nuevo recurso, reclamó que se dejara sin efecto el acuerdo de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) de julio de 2009 que aprobó el contrato de cesión de 163.000 metros cúbicos de agua procedentes del aprovechamiento albacetense del Canal del Tedelche.

El órgano de cuenca aprobó el acuerdo al que llegaron cedentes y cesionarios al considerar que se trataba de una situación prevista en la legislación de aguas, por lo que ningún obstáculo legal podía oponerse a su celebración.

La Sala recuerda que el Texto Refundido de la Ley de Aguas concede facultades, en caso de necesidad extrema o emergencias para adoptar con carácter temporal, las medidas necesarias para resolverla, «y es acorde con el interés general el que se autorice obviando los requisitos formales que puedan existir». Y añade que frente a todos los elementos tenidos en cuenta para acceder a la cesión, «Castilla-La Mancha basa su oposición exclusivamente en cuestiones formales, pero sin que acredite qué perjuicio se le ocasiona».