El presidente de la CROEM, José María Albarracín, apeló ayer a la responsabilidad de todos los partidos políticos para sacar adelante la Ley de Aceleración Económica y de Simplificación Administrativa, que considera vital para evitar la desaparición de empresas. En su discurso ante medio millar de dirigentes empresariales y representantes de las instituciones públicas de la Región que asistían a la asamblea conmemorativa del 40º aniversario de la patronal, Albarracín advirtió de que los empresarios están dispuestos a parar si las trabas legales obligan a cerrar más empresas.

El mensaje de Albarracín, que ayer fue reelegido por aclamación, pudo ser escuchado por buena parte del Gobierno murciano y por los portavoces de todos los grupos parlamentarios de la Asamblea Regional. Entre los asistentes se encontraba también el secretario general del PSOE , Diego Conesa, que hoy será nombrado delegado del Gobierno, en sustitución de Francisco Bernabé.

Pese al tono festivo de la asamblea general, a la que fueron invitados también los máximos responsables de la Guardia Civil y de las instituciones militares de la Región, el presidente mantuvo un tono reivindicativo, que se volvió más contundente al expresar sus aspiraciones a los grupos políticos. «Pido hoy a todos los partidos políticos, y en particular a aquellos con los que hemos estado trabajando y trabajamos en la actualidad, el apoyo para sacar adelante la Ley de Aceleración Económica y de Simplificación Administrativa, porque es cuestión que no admite más demora». Añadió que la finalidad de esta norma es «ayudar a que no se cierre ninguna empresa más» y advirtió de que «los empresarios no somos los que pensamos en efectuar un paro, pero no quiero que nos inviten a pensar en ello».

Más tarde, el presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, recordó que la primera Ley de Simplificación aprobada por la Asamblea Regional está recurrida ante el Constitucional.

Albarracín fue contundente al referirse a la nueva Agencia Regional del Clima y el Medio Ambiente (ARCA). «No es posible que vuelvan a darse casos del pasado, con pérdidas millonarias e inversiones que viajan a regiones limítrofes por deseperación del empresario».

En relación con el Mar Menor dijo que no permitirá que «se criminalice al sector agroalimentario. Estamos poniendo en juego no solamente la supervivencia de muchas familias, sino también el empleo que se genera».

El presidente de la CROEM reclamó, además, nuevas rebajas tributarias, que fueron contestadas por el presidente López Miras con el compromiso de rebajar el IRPF.

Agradeció la Medalla de Oro que la Comunidad entregará el sábado a la patronal en su aniversario y destacó «la unidad», cuarenta años después de que «un grupo de empresarios» decidieran unirse para crear la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales.

Por su parte, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, reconoció que la crisis ha terminado para los grandes grupos, pero se ha cobrado 160.000 empresas y más de tres millones de puestos de trabajo, que empiezan a recuperarse. Rosell se quejó de los problemas que generan «las 160.000 normas en vigor» y pidió a los políticos que cuando hagan una ley, «déjenla reposar».

También asistió a la asamblea el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, que no descarta ser candidato al puesto que dejará Rosell en la presidencia de la CEOE.