Con motivo del macroevento denominado 'Golpe de efecto', que tendrá lugar hoy a las 9.00 horas en el Auditorio Víctor Villegas y que organiza la Escuela de negocios Level UP, se presentará la exposición 'Creer, crear, lograr' del empresario Álex Rovira, escritor catalán de best-sellers sobre liderazgo.

Es uno de los tres ponentes del foro 'Golpe de efecto', que se celebra en Murcia por primera vez. ¿Qué espera de este evento?

Este foro tiene la bondad de las personas que acuden a este tipo de eventos, que son personas que buscan emprender, consolidar proyectos, crear oportunidades, riqueza, contactos... vienen con la predisposición de conocer personas, lo que es un gran añadido social. Aparte de eso, sirve para compartir conocimiento e impulsar a la acción. Creo que existen varias bondades, como las que tienen que ver con la relación y con el conocimiento, y con la inspiración también, lo que provoca que el encuentro se produzca con más ganas, si cabe.

Hoy brinda su conferencia más solicitada: 'Creer, crear, lograr'. ¿Por qué es la más demandada? ¿Qué puede esperar el público de esta ponencia?

El éxito que tiene se debe al trabajo de todos estos años en el sector de la empresa, tanto a nivel personal como en sus grupos. Se llama precisamente 'creer, crear, lograr' porque, a mi modo de ver, son las tres grandes franjas de transformación del valor: 'creer' hace referencia a un aspecto como la confianza, y la consecuencia es que una persona tenga confianza en otra, y la confianza es fundamental porque si no no habrá vínculo social. En toda crisis, hay crisis de confianza. Sí digo que la psicología crea la economía, por lo tanto si no hay calidad psicológica, no hay calidad económica. 'Crear' es la psicología del compromiso, porque sin confianza no hay compromiso, y sin confianza no hay inteligencia, es imposible. Y 'lograr', que es la consecuencia inevitable de los dos términos anteriores, creer y crear, porque hay un compromiso cuando se cree y se crea, y con voluntad de servicio y de calidad.

Si creer deriva en confianza, y crear, en compromiso; el logro, ¿hacia dónde nos lleva?

El principal factor del fracaso es el éxito. El éxito mal digerido es el éxito que nos llevará al fracaso. Por eso el éxito debe ser un proceso compartido, por eso siempre digo que la buena suerte no es compartida, el logro sí lo es, tiene que ser como el conocimiento, como la voluntad de servir: cuanta más gente, mejor. Tiene un impacto sistémico, focalizando la inspiración, y hay personas que no lo comprenden.

Uno de los fundamentos básicos de su discurso resume que la psicología crea la economía. ¿Reside el éxito totalmente en nuestras cabezas?

Más que éxito, llegados a esta parte, yo diría cultura. La cultura se forja, y se forja trabajando las múltiples vivencias que tiene todo ser humano. Vivencia emocional-social, que tenemos para presumir de actitud y una relación de calidad singular; la inteligencia cognitiva; la inteligencia creativa; la inteligencia ética, la voluntad de ser transparente. Todas esas cogniciones crean una cultura en el sistema humano, llámelo equipo social o deportivo, llámelo ciudad o provincia. Si se forja una cultura potente, es mucho más fácil gestionar y superar la adversidad.

¿Qué es más necesario, inculcar determinados valores en la educación de las personas, o la propia formación?

Creo que los dos deben ir trenzados, y de ahí la diferencia entre educación y formación. En casa se debe educar en una cultura de valores desde el ejemplo. A los niños no les prediques, ya que están mirando, al igual que tu equipo. Los valores se forjan por imitación, por aprendizaje de observación, por ejemplaridad y por testimonio. En los hogares se debería educar y complementar la formación que se da en las escuelas, y las escuelas se deberían formar en ese conocimiento al que tú haces referencia, no solo un aprendizaje central, sino también de hábitos.

¿Por dónde va a transcurrir su ponencia en Murcia?

Siempre abordo un universo de conceptos, de reflexiones, de naturaleza psicológica, de narraciones. He observado en este tiempo que lo que escuchas lo puedes olvidar, pero lo que ves y sus narraciones se tiende a recordar y permanecen en la memoria mucho más tiempo que los conceptos.