Han sido más beneficiosas que dañinas, pero la peor parte de la 'gota fría' caída entre la tarde y noche del sábado se la ha llevado el albaricoque de la comarca del río Mula y el Noroeste.

Según la primera valoración de las Oficinas Comarcales Agrarias, las tormentas del fin de semana afectaron principalmente a las comarcas del Noroeste (con granizo en Caravaca) y en la del río Mula, con pérdidas en plantaciones de albaricoque en torno al 30-40%. Siendo la especie búlida la más dañada.

El director general de Innovación, Producciones y Mercados Agroalimentarios, Fulgencio Pérez, comentó que «el búlida es la variedad tradicional de nuestra huerta y el problema es que se raja con mucha facilidad tras episodios de lluvias fuertes», por lo que a partir de ahora «estaremos pendientes de cómo evoluciona».

Pérez añadió que el año pasado hubo una cosecha bastante reducida de este producto, cuando apenas se produjeron 22.000 toneladas; mientras que las previsiones para este año alcanzan los 32.000 toneladas.

«En principio, creemos que pueden perderse unas 5.000 toneladas, tanto por el granizo como por el rajado», destacó.

Además, de los daños en los cultivos, la lluvia y las avenidas han provocado roturas de ribazos y arrastres.

Por lo que respecta al Altiplano, en Yecla y La Alquería (Jumilla) descargaron nubes con granizo «sin grandes consecuencias».

En Cieza, otra de las importantes zonas productoras de fruta de hueso, los técnicos han destacado que «queda poco albaricoque por recolectar, por lo que no debe ser mucho el daño».

En la comarca ciezana hace años que los agricultores cambiaron su producción hacia variedades más tempranas que ya están recogidas.

Agricultura también ha constatado «algo de granizo pequeño» por Abanilla, pero sin grandes consecuencias.

En la otra cara de la moneda, el director general destacó que estas lluvias había venido «como anillo al dedo» al cereal, al almendro y al viñedo, sobre todo de secano.

Asegurados

Fulgencio Pérez comentó que todos estos daños se pueden cubrir a través de los seguros agrarios, y que tenía constancia de que en su gran mayoría los agricultores habían suscrito las correspondientes pólizas. «En albaricoque, en general, el aseguramiento ronda el 70%», concluyó.