Dicen que nunca llueve a gusto de todos, y las lluvias registradas este fin de semana en buena parte de la Región son prueba de ello. El campo, necesitado de agua por la fuerte sequía que atraviesa la Cuenca del Segura, recibía desde el sábado fuertes lluvias, que aunque en su mayoría beneficiarán a la mayoría de los cultivos, también han perjudicado a pequeños agricultores y a las plantaciones de fruta de hueso que se encontraba, en buena parte, al inicio de la cosecha.

Los municipios del Noroeste fueron los más afectados por las lluvias, que estuvieron acompañadas de granizo, con graves consecuencias para la agricultura. Así, en Caravaca dieron al traste con la mitad de la cosecha de albaricoque de la huerta, según informó el presidente de la Cooperativa de Frutas Caravaca, Juan Pedro Martínez, quien avanzaba ayer que, aunque todavía es pronto para hacer una valoración de kilos de fruta afectados, que podrán calcular en los próximos días, «la piedra ha hecho mucho daño a la mitad de la huerta natural de la ciudad», al tiempo que recordaba que los agricultores que tengan las cosechas aseguradas «podrán reclamar los porcentajes al seguro agrario».

Otras fuentes del Sindicato de Regantes aseguraban que la cantidad de agua en las plantaciones de fruta de hueso dificultará la recolección y temen, además, que el fruto se adelante a la temporada.

Uno de los lugares que más agua registraba durante la noche del sábado fue el Campo de Cajitán, en el municipio de Mula. El agua desbordaba ramblas y cañadas y se llevaba por delante cultivos y linderos. Durante la mañana de ayer, el agua todavía seguía discurriendo en aquellas zonas donde más daños había causado.

Los agricultores de la zona recorrían durante la jornada sus cultivos para comprobar los daños ocasionados y valorar las medidas inmediatas a tomar. Según explicaba a LA OPINIÓN Pedro, un agricultor que lleva toda la vida en este paraje muleño, «es la segunda vez en toda mi vida que veo algo tan devastador». Viñedos arrastrados por la riada, albaricoqueros anegados y que posiblemente acaben abriéndose por el calor previsto para las primeras jornadas de la semana, cereales perdidos que se ha llevado la escorrentía y almendros y oliveras que han sido arrancados de la tierra son algunos de los cultivos que han quedado dañados, a lo que hay que unir los daños en caminos, linderos, fincas llenas de lodo o muros caídos dejando a la vista, en algunos puntos, un paraje desolador.

Buena noticia para el secano

Buena noticia para el secanoA pesar de ello, desde Coag valoraban como «muy positivas» las lluvias del sábado y domingo, que no son habituales en esta época del año. Según apuntó el secretario de organización de Coag, Francisco Gil, las precipitaciones cayeron «muy bien» al campo, a pesar de los daños «fuertes aunque puntuales» que lamentó en el Noroeste.

En otras zonas, la cantidad que cayó fue menor. «Volúmenes parecidos a los que recogieron Jumilla, Yecla, Cieza, Pliego, Caravaca o Moratalla, que han sido positivos al ser en torno a los 30 y 50 litros, habrían hecho daño en el Campo de Cartagena, pero lo que cayó ha beneficiado a los cultivos». Al igual que en las plantaciones del sur del municipio de Murcia, en pedanías como La Murta o Corvera, donde se registraron en torno a los 18 o 20 litros, lo cual «en esta época del año, es una maravilla para el secano».

Por su parte, el responsable de Frutos Secos de Fecoam, Pedro Guerrero, explicó que «para todo el secano tanto el almendro, el cereal, el olivar y la vid, esta lluvia viene muy bien», al tiempo que matizaba que «hemos tenido un otoño y un invierno tremendamente seco, y en la primavera ha llovido muy poco, por lo que evidentemente estas lluvias alivian muchísimo el campo», añadiendo sobre las reservas de agua que «hacen que los acuíferos vengan a regenerarse para que esas zonas de riego escaso puedan tener una mayor disponibilidad de agua». En la misma línea se expresaba Francisco Gil, quien recordó que el año hidrológico estaba siendo «muy malo» pero que el cambio de tendencia de las últimas semanas, que sorprendía al sector, había traído este agua «que va a facilitar aguantar el calor del verano a todo el secano, como los viñedos, olivares y almendros».

Pero las precipitaciones no solo trajeron beneficios a los cultivos. Según Gil, «el monte y la naturaleza en general vienen sufriendo un gran estrés hídrico en los últimos años por la sequía, y estas precipitaciones les vienen también muy bien». Así, finalizó, «todo lo que sea llover en estos momentos, da respiro a las plantas».

Datos máximos en el Cenajo con 4 hm3 recogidos

Datos máximos en el Cenajo con 4 hm3 recogidosA pesar de los daños que han provocado o las numerosas incidencias registradas, las lluvias han traído buenas noticias para la Cuenca del Segura, que ha aumentado sus reservas de agua en medio de la grave sequía que atraviesa. Según adelantaba ayer la Confederación Hidrográfica del Segura, el balance es «muy positivo».

De este modo, las fuertes precipitaciones permitieron el aumento del caudal del agua de los embalses de la Cuenca, especialmente el Cenajo y Talave. En concreto, el Cenajo alcanzó máximos y recogió 4 hectómetros cúbicos en solo cinco horas y el Talave algo más de 2 hm3. Según recogía la CHS a través de Twitter, durante la tarde de ayer La Contraparada aún seguía aumentando su caudal por las lluvias del sábado.