«Uno de los estereotipos que rodea a la industria del porno presenta a las actrices y artistas del sector como un grupo de riesgo en relación a problemas de salud sexual y mental. Este colectivo ha sido estudiado en pocas ocasiones dado su escaso número y difícil acceso». Así se expresan desde el Instituto Sexológico Murciano (ISM) a propósito del último estudio que han llevado a cabo.

Y es que investigadores del ISM, tal y como explicaron a LA OPINIÓN, «tuvieron la oportunidad de desarrollar una investigación durante el pasado Salón Erótico de Murcia gracias a la estrecha colaboración de Conrad Son y su equipo, organizadores de este evento» que se viene celebrando en Ifepa (Torre Pacheco) desde hace seis años.

En concreto, detallan desde el ISM, «se realizaron entrevistas y se administraron distintos cuestionarios para medir la función sexual a un total de 45 mujeres, 19 de ellas artistas del festival, con una media de edad de 26 años».

Una vez obtenidos, «estos datos fueron comparados con los obtenidos por un grupo de voluntarias universitarias con una media de edad de 24 años», apuntaron desde el citado instituto.

Analizados los datos, resulta que «las actrices porno estaban más satisfechas con su vida sexual que el grupo de mujeres que sirvió de control». En concreto, subrayan desde el Instituto Sexológico, «se encontraron diferencias significativas a favor de las actrices en cuanto al nivel de deseo sexual, excitación, lubricación vaginal y una mayor calidad y cantidad de orgasmos».

A este respecto, Jesús Eugenio Rodríguez, director de ISM y uno de los autores del estudio, señala que «los resultados de esta investigación tienen importantes implicaciones para los investigadores que quieran entender más sobre el colectivo de actrices porno y rompe con estereotipos arraigados en nuestra sociedad».

«Estos resultados favorables a las actrices, con una puntuación media de 30,86 frente a un 27,76 del grupo de control para un valor máximo de 36 en el Indice de Función Sexual Femenina (IFSF), coinciden con estudios anteriores como los de Griffith que resaltan la cara amable de esta industria y se centran en los beneficios para salud psicológica asociados al porno», añade el ISM.

En la misma línea, «por un lado concluyen que las actrices porno tienen mayores niveles de autoestima que la población general, esta autoestima se ve reflejada en la capacidad que tienen, entre otras cosas, para desnudarse delante de las cámaras y disfrutar de su sexualidad», destaca el ISM.

Jose Antonio Picazo neuropsicólogo del ISM y coautor del estudio, destaca que «esta mejor función sexual podría indicar, en efecto, un mayor nivel de autoestima y bienestar psicológico dada la relación entre ambas variables como apuntan otros estudios».

Investigaciones futuras deberán aumentar el tamaño de la muestra y añadir mediciones de nuevas variables, como la autoestima, que puedan explicar esta mejor función y satisfacción sexual del colectivo, agrega el ISM.