«Cáritas propone invertir en políticas de apoyo y cuidado a la familia. El grave impacto de las situaciones de pobreza y exclusión en las personas y la transmisión intergeneracional de la pobreza exigen medidas necesarias y urgentes». Así se expresan desde Cáritas Diócesis de Cartagena en su Memoria de 2017, que fue hecha pública ayer.

Para paliar esta situación, la organización sugiere «tres medidas clave», en concreto «la garantía de ingresos para que las familias puedan afrontar con seguridad las necesidades de la vida diaria, la intervención psicoeducativa con niños y niñas para afrontar las desigualdades y el acompañamiento a las familias en su parentalidad», explican en la memoria.

Un 52,73% de las personas a las que atiende la organización en la Región llevan acudiendo de forma ininterrumpida durante tres o más años, lo que refleja la cronificación de la pobreza y las dificultades para afrontar y salir de situaciones de exclusión social en la Región de Murcia.

En términos globales, en el último año ha atendido a 26.049 personas de forma directa, de las que se han beneficiado 72.795 personas en su entorno familiar.

Del total de participantes, el 50,74% eran de nacionalidad española y 1.643 eran personas en situación administrativa irregular, según se desprende del balance de su intervención social en la Región de Murcia que recoge su memoria anual.

Más dinero para acción social

Más dinero para acción socialEl pasado año 2017, Cáritas Diócesis de Cartagena invertía 9 millones de euros en sus programas de acción social, lo que supone un aumento del 8,29% con respecto al año anterior.

La acción social de Cáritas se centró en los hogares con hijos, que supusieron el 68,73% del total. En este sentido, Cáritas propone intervenir en políticas de apoyo y cuidado a la familia para romper la transmisión intergeneracional de la pobreza, que demuestra que 8 de cada 10 personas adultas que viven actualmente situación de pobreza, ya lo hicieron en su etapa infantil. Una exclusión social que se hereda.

«La pobreza y la exclusión social tienen un importante impacto en lo material pero también en el ámbito social, psicológico y espiritual. Se hacen necesarios apoyos para el Desarrollo Humano Integral», se lee en la Memoria presentada ayer.

Asimismo, crece el número de voluntarios en la Diócesis, cifrándose en 2.909 personas, de las que el 67% son mujeres con una media de edad de 61 años, con estudios superiores y una vinculación de más de 8 años con Cáritas.

Los agentes voluntarios son el pilar y ser de Cáritas, caracterizados por su compromiso, responsabilidad y empatía con las personas que afrontan momentos de dificultad.

En la Región de Murcia, 298 agentes contratados de Cáritas ejercen su labor profesional, colaborando de forma estrecha con los voluntarios en la atención y promoción que se ofrece a las personas participantes.

Los donantes y socios de Cáritas han aumentado en el último año alcanzando la cifra de 24.282 personas en la Diócesis, permitiendo con sus aportaciones puntuales y periódicas el mantenimiento y ampliación de los programas de acción social de Cáritas centrados en atención primaria, desarrollo integral, infancia y familia, formación y empleo, sinhogarismo y vivienda, reclusos y exreclusos, migraciones y cooperación internacional.

Las entidades solidarias que colaboran de forma permanente a través de donativos monetarios, donativos en especie y voluntariado técnico se incrementa a 62, reflejando el apoyo del tejido social y empresarial a la labor social de Cáritas, que es, según se refleja en la Memoria, «la Iglesia Católica que intenta, aprendiendo de Jesucristo, atender a los más desfavorecidos».