La hija del expresidente Valcárcel estaba en el punto de mira debido a las sospechas sobre el origen de parte del dinero percibido como regalo de bodas en las nupcias que contrajo con Fulgencio Perán en el año 2007, «dada la forma de ingreso del mismo en las cuentas del matrimonio y toda vez que el señor Rafael Galea asistió como invitado al evento junto a su esposa e hijos», dice en su auto la juez Miriam Marín.

El magistrado Manuel Abadía llamó la atención en su momento sobre una serie de ingresos en efectivo que el novio realizó, en un periodo de tiempo de apenas cinco minutos y antes de que la oficina estuviera abierta, en la cuenta corriente habilitada por la pareja en una entidad bancaria con motivo de la boda.

Tras el auto de ayer, al rechazarse la hipótesis de que Valcárcel sea una figura clave en el proceso para impulsar Novo Carthago, se descarta también que estos ingresos tengan conexión con el proyecto urbanístico.