Cuando las barbas de tu vecino veas cuando veas pelar pon las tuyas a remojar. Eso dice el refranero popular y eso es lo que va a hacer la Dirección General del Medio Natural, tras ser informada de la presencia de procesionaria en diversos pinares ubicados en los montes entre Murcia y Orihuela.

De este modo, técnicos de la Unidad de Defensa Natural van a visitar la zona para evaluar el peligro que puede suponer la presencia de bolsones con restos de pelos urticantes que dejaron las larvas antes de iniciar el proceso de enterramiento, explican fuentes de este departamento de la Consejería de Medio Ambiente.

«En la época del año que nos encontramos, y debido a que la procesionaria del pino está enterrada en fase de crisálida, y no aparecerá en su estadio adulto hasta finales de verano, no se puede emplear ningún tratamiento fitosanitario contra dicha plaga», apuntan. No obstante se recomienda a los viandantes, que no paseen debajo de los pinos en días ventosos.

La procesionaria del pino es una plaga común en los pinares mediterráneos. El daño característico que produce es la defoliación por la que se puede debilitar en gran medida el árbol facilitando así el ataque por parte de otros predadores.

De hecho, esta plaga ha provocado importantes daños en el vecino municipio de Orihuela, donde se han secado importantes zonas de pinares, tanto por esta oruga, como por la incidencia del denominado escarabajo perforador o tomicus destruens, y que ha cambiado la imagen de los montes oriolanos. Donde antes había árboles ahora sólo hay montes pelados.

Además del daño directo al árbol, la procesionaria, en sus estados inmaduros al convertirse en orugas, posee unos pelos urticantes que dispersan cuando son molestadas produciendo irritación en piel y mucosas de las personas o animales que están cerca.

La Subdirección General de Política Forestal de la Comunidad Autónoma suele recibir avisos, comunicaciones telefónicas, escritos, etc. de ayuntamientos, asociaciones o particulares, demandando que se traten superficies afectadas por esta plaga.

Lucha integrada

Para evitar males mayores, la Dirección General de Medio Natural está tramitando un pliego para tratamientos fitosanitarios contra la procesionaria del Pino en los montes públicos de la Región, con un periodo de aplicación 2018-2020. Su objetivo principal es minimizar al máximo los daños que puedan causar las orugas de procesionaria en los pinos de la Comunidad.

Dicho pliego contempla un Plan de Lucha Integrada para aplicar los diferentes métodos de control y eliminación de la plaga en función de los diferentes estadios de desarrollo de la especie.

Se trata de un sistema de gestión que, teniendo en cuenta el medio ambiente y la dinámica de las poblaciones de las especies parásitas, utiliza todas las técnicas y los métodos de lucha disponibles de la manera más compatible posible.

La lucha integrada mantiene las poblaciones parasitarias en niveles inferiores de los que causan daños económicos o pérdidas inaceptables, explican desde la Dirección General.

«Es la mejor combinación de medidas directas e indirectas que proporciona, al coste más efectivo y de la forma medioambiental y social más aceptable, el control de los enemigos de las plantas», subrayan.

Las mariposas emergen del suelo a finales de verano para posteriormente realizar las puestas en las acículas de los pinos. Las orugas tardan en nacer unos 30 a 40 días. Nada más nacer empiezan a alimentarse en el mismo lugar donde emergen, pasando por un total de cinco estadios larvarios.

Es a partir del tercer estadio larvario cuando se forman los pelos urticantes. Hasta el quinto y último no empiezan a descender de los pinos en 'procesión' para enterrarse, y es en este momento cuando producen defoliaciones masivas en los pinos y provocan las mayores alergias y urticarias en los humanos y mascotas.

«Es muy difícil prever el nivel de infestación que se va a producir en los sucesivos años, ya que muchas orugas que se entierran se mantienen en pausa durante varios años, por ello las actuaciones propuestas por la Subdirección General de Política Forestal son de Lucha Integrada para 4 años, con la finalidad de evaluar y actuar continuamente en sus diferentes estadios e intensidades del daño», concluyen desde la Consejería.

Y aconsejan no pasar por debajo de los pinos con los característicos bolsones por si quedara en ellos algún resto urticante.