Los antibióticos mal utilizados son más dañinos que beneficiosos para la salud. De ahí que la Consejería murciana le haya declarado la guerra al abuso de estos fármacos en la primera infancia y esté trabajando para concienciar a sanitarios, pacientes y farmacéuticos sobre la necesidad de utilizarlos cuando realmente sean necesarios. Para ello, Salud ha establecido un plan de choque con distintas medidas, entre las que se encuentra la extensión a toda la Región de un proyecto que se ha desarrollado de forma piloto en tres centros de salud de Cartagena, Lorca y Yecla y cuyos resultados en el último año han sido prometedores.

El consejero de Salud, Manuel Villegas, explicó ayer durante la presentación de la iniciativa que el objetivo que se han marcado es reducir en hasta ocho puntos el consumo de antibióticos en niños menores de 3 años, una meta que prevén alcanzar en el próximo año llevando a todos los centros de salud la experiencia desarrollada en los del Barrio Peral de Cartagena, el de Lorca Sur y el Mariano Yago de Yecla dentro del Programa de Uso Responsable de Antibióticos en la Primera Infancia de la Región.

Así recordó que Murcia está a la cabeza de España en el uso de estos medicamentos y España tiene uno de los consumos más altos de Europa. Una situación que hace que en torno al 38 por ciento de la población general haya tomado antibióticos en el último año, según las últimas encuestas. Villegas incidió en que el 85 por ciento del consumo de estos fármacos se produce en Atención Primaria, siendo más frecuente en niños menores de 5 años, motivo por el que se quiere reforzar el mensaje de hacer un uso responable de ellos y dar a conocer los efectos que tendría su abuso.

En este caso, el consejero alertó de que si no se corrige esta tendencia en el consumo de antibióticos puede llevarnos a que en el año 2050 las bacterias multirresistentes causen más muertes que el cáncer.

El Programa de Uso Responsable de Antibióticos en la Primera Infancia en la Región de Murcia puso en marcha el pasado año el proyecto experimental en los centros de salud de Cartagena (que tenía un consumo medio de antibióticos en menores de 3 años), Lorca Sur (que contaba con un consumo alto) y en un centro de Yecla (con una prescripción baja de antimicrobianos). Tras el trabajo con los pediatras y las familias se ha logrado un descenso del consumo de antibióticos de 3,3 puntos menos en el centro de Cartagena, 8,21 en Lorca y 0,14 puntos en Yecla, proyecto del que se han podido beneficiar unos 15.000 niños.

Las tasas de consumo de antibióticos en estos centros de salud antes del proyecto se situaban en 17,81 dosis diarias por mil habitantes en Cartagena, 32,59 en el centro de salud Lorca Sur y 8,44 en el de Yecla, que en el año de desarrollo del programa piloto pasaron a 14,51 dosis, 24,38 y 8,3 respectivamente.

El gerente del SMS, Asensio López, puntualiza que el menor descenso del consumo en Yecla se debe a la baja tasa que ya tenía debido al buen trabajo realizado con anterioridad gracias a los proyectos de pediatría, lo que hace que tanto profesionales como los padres estén concienciados.

La Consejería indica que durante los cinco primeros años de la vida se produce la mayor exposición a antibióticos de toda la población, mientras que estudios recientes ponen de manifiesto una posible relación entre el consumo de antibióticos y algunos trastornos inmunitarios en la infancia. Entre los antibióticos más consumidos en la infancia destacan la amoxicilina clavulánica y los macrólidos (muy usados por su comodidad, ya que sólo se administran en tres dosis), lo que ha generado un aumento de las resistencias bacterianas a ellos.

Objetivos a medio plazo

Actualmente la tasa general de consumo de antibióticos en la Región es de 23 pacientes por cada 1.000 habitantes, frente a la media nacional de 21. El objetivo de la Consejería de Salud y del SMS es poder llegar a reducirla a 18 por cada mil ciudadanos. En el caso de los niños, esta tasa es de 6 por cada mil menores de 3 años, cifra que se quiere recudir en ocho puntos.

El consejero de Salud explicó ayer durante la presentación de los resultados de la primera experiencia piloto que se ha desarrollado en los tres centros de salud mencionados y que arroja datos de un descenso de hasta ocho puntos en el consumo de antimicrobianos en niños menores de tres años, que la utilización de antibióticos es tarea de todos, «no solo de los profesionales sanitarios, sino también de las familias, para promover una cultura de la responsabilidad dirigida a conseguir un compromiso con la gestión clínica de los medicamentos».