Un camión del parque de bomberos de Murcia se planta a las 10 de la mañana en la Glorieta y tres de sus ocupantes entran dentro del Ayuntamiento. A continuación tres, cuatro y hasta seis ambulancias de Cruz Roja pasan por la avenida Teniente Flomesta camino de la autovía. El centro de Murcia se llenó de sirenas y de dudas en pocos minutos. Aquellos que conocían la situación tranquilizaban en las terrazas a quienes se extrañaban: Había comenzado el mayor simulacro que recreará hasta el próximo jueves un escenario de catástrofe por riesgo sísmico en la Región.

A pocos kilómetros de Murcia, en un punto determinado entre Alhama de Murcia y Alcantarilla, a las 07.57 horas de la mañana se producía un terremoto de magnitud 6,5 en la escala Richter, a 11 kilómetros de profundidad, en la falla de Alhama. Estos son las datos que ayer dibujaron una catástrofe natural simulada en la Región para probar la coordinación y preparación de los diferentes servicios de Emergencias, con la Unidad Militar de Emergencias a la cabeza.

Entre los efectos inmediatos que provocaría el terremoto simulado, que en la práctica se ajustan a la realidad, serían la de edificios colapsados, vías de comunicación cortadas y fallos en los suministros esenciales. Estos efectos primarios del seísmo, según señalaba la UME ayer, tendrían sus derivaciones en daños ocasionados en zonas industriales, provocando situaciones como nubes tóxicas en Molina de Segura o Alcantarilla, escapes de gas, accidentes de transportes de mercancías peligrosas como el que se ensayó por la tarde en la pedanía murciana de Javalí Nuevo o vertidos contaminantes como el detectado supuestamente en el río Segura procedente de la depuradora de Archena.

El objetivo principal del 'Ejercicio Conjunto-Combinado Región de Murcia 2018' era, según la UME, «ejercitar la conducción, coordinación y resolución de las situaciones de emergencia II (nivel autonómico) y III (nivel estatal)» por parte de las autoridades del Gobierno regional y del Cuartel General de la UME. «Esto permitirá la integración de las estructuras de mando previstas en los planes de emergencia autonómicos y estatales junto con las estructuras de mando previstas en los planes de emergencia municipales». Además, este simulacro de varios días, que continuará hoy con un terremoto en Cartagena, permitirá a los diferentes servicios especializados en emergencias practicar de manera conjunta una actuación que le permitiría estar preparados en situaciones reales.

En total, hasta 3.500 personas, entre voluntarios y servicios de Emergencias, van a participar en este macro simulacro de cuatro días, en el que están previstos que fallezcan en la simulación 270 personas, además de contabilizar hasta 860 heridos graves, la evacuación de 153 centros educativos, o el colapso de más de 100 edificios, sufriendo daños muy graves otros 1.300, según datos facilitados por la Comunidad. La UME envió, para participar en el simulacro, al Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM III) con base en Bétera (Valencia).

En esa situación III de emergencia estatal, la Unidad Militar de Emergencias catalogó dentro de la zona afectada a los municipios con daños severos: Alcantarilla, Alhama de Murcia, Molina de Segura y Las Torres de Cotillas; entre los municipios dañados de forma 'grave' está Murcia y por su parte, el Valle de Escombreras, que será escenario de la simulación de un incendio industrial y el posterior vertido de carburantes; entre los catalogados como 'leves' están Archena, Fortuna, Mula, Santomera, Totana, Cartagena, La Unión y las pedanías al sur de Murcia.

Escenarios de película

Entre las simulaciones que movieron más operativos estuvo la atención a más de mil menores del IES Sanje que fueron desalojados de su centro y trasladados a un polideportivo donde recibieron asistencia de Cruz Roja. Por otra parte, también fue destacada la actuación de Protección Civil, Bomberos, técnicos del Centro de Coordinación de Emergencias, Policía Local y sanitarios en la rotura del azud de La Contraparada que provocó un aumento del nivel del agua en el río Segura, de más de dos metros, y como resultado una riada a su paso por Murcia, en la zona de la pasarela Manterola, que barría a varios piragüistas y senderistas que recorrían la mota del río. Los bomberos bajaron sus lanchas del camión y comenzaron a introducirlas en el río para localizar y rescatar a los 5 piragüistas heridos, mientras que el cuerpo de socorristas atendían a los heridos tendidos en la ribera del Segura, quienes presentaban contusiones en el cuerpo y en la cabeza y heridas en brazos y piernas.