La calidad del gobierno en la Región de Murcia se encuentra por debajo de la media europea. La Comisión Europea publicó recientemente un estudio sobre el Índice de Calidad de los Gobiernos Europeos, una suerte de ranking de las 202 regiones de los países miembros. Los murcianos sitúan a sus instituciones públicas en el puesto 110, con datos similares a Polonia y al norte de Italia. En el ámbito español, los que mejor valoran sus instituciones son los vascos y los navarros, mientras que los andaluces otorgan a la nota más baja.

El estudio, realizado por la Universidad sueca de Gotemburgo y financiado por la Unión Europea, confeccionó el listado tras haber entrevistado a más de 78.000 ciudadanos de los países miembros. Establece la nota de la calidad gubernamental apoyado en tres cuestiones. En primer lugar, el sondeo se interesa sobre la calidad de los servicios públicos a los que tienen acceso los ciudadanos de cada región. La pregunta se concentra en tres áreas: educación, sanidad y seguridad. La segunda cuestión tiene que ver con la imparcialidad de las instituciones, es decir, si ciertas personas en la sociedad tienen ventajas respecto a otras o son favorecidas por los organismos públicos. Por último, el estudio recoge la percepción que tienen los ciudadanos sobre la presencia de prácticas corruptas en la sociedad.

De las tres variables, la Región suspende en imparcialidad y corrupción, siendo en este último parámetro donde peor nota obtiene. Está puntuada con un 39 sobre 100, a la altura de algunas regiones polacas, de la República Checa y del norte de Italia. Las del sur del país italiano son las que sacan las notas más bajas en cuando a corrupción.

Canarias, la peor en corrupción

Lejos de las primeras impresiones, lo cierto es que otras comunidades autónomas tienen notas más bajas, como Canarias (35,2), seguida muy de cerca por Galicia (35,8) Baleares (35,9) Andalucía (36,1) o Canarias (35,2). Los únicos territorios en España que no conciben la corrupción como un problema integrado en la sociedad son los navarros y los vascos. En términos europeos, el País Vasco se situaría en la posición 88, mientras que la Región de Murcia se sitúa a la cola de la clasificación, en el puesto 136.

A juzgar por los datos, los 'tópicos' podrían cumplirse porque no hay rastro de datos negativos sobre corrupción en los países del norte de Europa, comenzando en la vecina Francia, cuya puntuación se mantiene en la media de la Unión Europea.

Respecto a la imparcialidad de las instituciones, los murcianos puntúan en 53,2 sobre 100 la actitud del gobierno frente al trato diferenciado en según qué personas. El 'enchufismo' es patente para la sociedad murciana, que ve como en la educación, en la sanidad y respecto a las fuerzas del orden, hay ciudadanos que tienen privilegios con respecto a otros.

Las instituciones se quedan cerca de aprobar pero la sospecha de que podría haber desigualdad y aventajar a unos frente a otros, suspende al ejecutivo. De hecho, aprueban con nota las comunidades de la cornisa cantábrica, con especial mención a vascos y cántabros, que superan con creces la media europea y sí que perciben la igualdad entre ciudadanos. En Europa, las diferencias norte-sur son más que patentes.

En lo que sí puede presumir la Región de Murcia, en cierto modo, es en la valoración ciudadana de la calidad de los servicios públicos. Con una puntuación de 63,4 sobre 100, los valencianos valoran la educación, la sanidad y las fuerzas y cuerpos de seguridad. Sin embargo, sigue estando por debajo de la nota media europea. Esto coloca a la autonomía por encima de la mitad del ránking, en la posición 93. El norte de España vuelve a obtener matrícula de honor al superar la nota europea con creces. La Rioja, Navarra y País Vasco están más que conformes con el funcionamiento de sus servicios públicos, mientras que andaluces y canarios suspenden a sus gobiernos.

La valoración cae en picado

Es el tercer informe que financia la Unión Europea para medir el índice de calidad gubernamental. El primero se publicó en 2010, luego fue 2013 y el último, en 2017. Los datos finales de la Región de Murcia en las tres publicaciones dejan claro que la percepción ciudadana de los gobiernos ha empeorado sustancialmente. En 2010, la Región estaba por encima a la media europea (que contabiliza como cero) con un 0,16. Tres años más tarde, en 2013, la Región subía hasta el 0,32, para terminar en 2017, por primera vez, en términos negativos. Unos datos sujetos a los contextos sociales y políticos y basados en percepciones subjetivas pero también en la realidad social de cada región.