El proyecto del ´filtro verde´ del Mar Menor ha vuelto a coger forma después de que en dos años el original, conformado por la entonces consejera de Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, haya sufrido una serie de modificaciones hasta el punto de que la idea inicial que se presentó en la primavera de 2016 se desechó. Este humedal artificial, que tiene como objetivo evitar la entrada de nitratos a la laguna procedentes de la rambla del Albujón, es y ha sido uno de los principales proyectos de la Comunidad, que ahora ya ha conseguido exponer un diseño del nuevo humedal artificial de la rambla de El Albujón «tras haber sido analizado y mejorado por el grupo de trabajo del propio Comité sobre Filtros Verdes y Humedales Naturales», señalan desde la consejería de Medio Ambiente. Ahora, el Comité Científico del Mar Menor podrá aportar sus ideas en los próximos días «para mejorarlo», señalan desde la Consejería, que explican que «las aportaciones se añadirían al proyecto y pasaría a evaluación ambiental».

Desde que a finales de diciembre se anunciara que dicho humedal adelgazaría 31 hectáreas de las 40 que partía en la idea original, el proyecto ahora consta en su primera fase de una superficie de 9,23 hectáreas de terreno en la desembocadura de la rambla y está diseñado para poder tratar un flujo medio de 62 litros de agua al segundo. Este flujo medio estuvo planeado en un comienzo para limpiar un caudal de ??? litros por segundo, y debe incluir la obtención de agua, previa autorización de la Confederación Hidrográfica del Segura, para garantizar el caudal mínimo de supervivencia tanto de las bacterias como de la propia vegetación que ayuden a contener y absorber los nutrientes o algún tipo de contaminación que pueda arrastrar el agua.

La cantidad de nitratos en el efluente final será de 13,07 microgramos por litro. El nuevo diseño establece que habrá una planta por metro cuadrado en las zonas de flujo subsuperficial; y cuatro plantas por metro cuadrado en las de flujo superficial, lo que según los estudios permitiría absorber todos los nutrientes que llegasen y evitar su llegada al Mar Menor.

El proyecto, que cuenta con un presupuesto de ejecución de 2.448.927 euros y se emplearán 211.500 plantas, así como el uso de 12.905 metros cúbicos de relleno con material granular filtrante; 1.840 gaviones de un metro por un metro y dos metros; 8.451 metros cúbicos de zahorra artificial; y 80.880 metros cuadrados de lámina impermeable de turba de 1,5 milímetros.

El agua es captada en la rambla y vertida en las balsas de sedimentación, donde se retienen los sólidos que pueda llevar. De allí se pasan a los humedales del humedal artificial donde el agua circula muy lentamente por acción de la gravedad a través de distintas celdas en que se divide el filtro, y permanece un total de cinco días. De esta forma, las plantas desnitrifican las aguas tratadas de forma natural, pudiendo tratar en la primera fase hasta 1.955.232 m3.