Los inspectores de la Consejería de Salud de la Comunidad Autónoma realizan cada año más de 9.000 actuaciones de control de establecimientos alimentarios para velar por sus condiciones y asegurar que todos los productos que llegan al consumidor final lo hacen en un estado óptimo y cumpliendo con la legislación europea vigente. Habitualmente los resultados son positivos, ya que el 95 por ciento de los establecimientos examinados cumplen los requisitos exigidos y sólo los restantes son sancionados, decomisados sus productos o clausurados por suponer un riesgo para la salud pública, según los propios datos de la Consejería de Salud.

El servicio de Seguridad Alimentaria y Zoonosis de la Región de Murcia cuenta con más de un centenar de profesionales, farmacéuticos y veterinarios, que a lo largo del año realizan estas inspecciones rutinarias. Su ámbito de actuación es muy amplio, ya que además de controlar los establecimientos de restauración supervisan comedores escolares y de residencias, las cocinas de los hospitales o las industrias cárnicas y mercados.

Las intoxicaciones alimentarias son uno de los caballos de batalla de los inspectores. La mitad de éstas se suelen concentrar en los meses de verano por el consumo de alimentos contaminados, ya que el calor favorece el crecimiento de microorganismos. Por ello, es importante tomar determinadas precauciones a la hora de adquirir, transportar, almacenar y preparar alimentos en el hogar.