No tiene capacidad ejecutiva y sólo actúa cuando se lo mandan sus superiores. Ese viene a ser el resumen de la declaración del jefe de servicio de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), encargado de la Policía de Aguas y Cauces, José Manuel Ruiz, citado a declarar ayer por la jueza de instrucción del número 2 de Murcia, que instruye la denuncia del fiscal por la contaminación del Mar Menor, conocido como caso ´Topillo´.

Ruiz explicó que su función es la de auxiliar de la Comisaría de Aguas, un puesto intermedio en el que remite a los servicios correspondientes los informes que recibe de los guardas fluviales y agentes mediambientales sobre lo que ocurre en la cuenca. Pero sin capacidad para actuar por sí solo.

El jefe de servicio también comentó que la información fluía y que él actuó cuando se lo dijeron, sellando pozos de riego ilegales, por ejemplo, algo que empezó a hacerse a partir de 2012.

Esta es la segunda declaración de investigados que se ha realizado de las cuatro previstas hasta ahora, junto con la de la expresidenta de la CHS, Charo Quesada, tras la solicitud de prórroga del expresidente de la CHS, José Salvador Fuentes Zorita, y del excomisario de Aguas, Manuel Aldeguer.

La jueza, Miriam Marín, ha llamado a declarar como investigados, el próximo 17 de abril, al exdirector técnico de la CHS, Joaquín Ezcurra, y al jefe de servicio Blas Mirete.