El Gobierno de Castilla-La Mancha ha recriminado que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) que dirige Isabel García Tejerina, «utilice el agua como arma arrojadiza» entre comunidades autónomas ante el nuevo trasvase del Tajo al Segura, ya que «da la sensación de que en este caso lo está haciendo».

Así lo indicó ayer el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, que ha asistido a la reunión del Consejo Consultivo de Política Agrícola para Asuntos Comunitarios en la sede del Ministerio de Agricultura.

Ante las preguntas de los periodistas, se ha pronunciado sobre la derivación de agua aprobada desde los pantanos de cabecera del Tajo al Levante y ha resaltado que no quiere «quedar por encima de ninguna región», insistiendo en que, al igual que lo hizo la pasada semana con el presidente de Murcia, siempre ha trasladado la «responsabilidad y solidaridad» de Castilla-La Mancha.

Según Martínez Arroyo, «parece surrealista decir que Castilla-La Mancha tiene que estar contenta» en este asunto cuando el planteamiento del Ministerio es que cada vez que se superen los 400 hectómetros cúbicos en los pantanos de cabecera del Tajo se trasvasen 20 al Levante para que «en el Levante se riegue», cuando estos embalses están sólo al 19% de su capacidad.

El consejero de Agricultura, ha explicado que el trasvase «es injusto» y ha solicitado de nuevo que todos los territorios sean tratados igual que el resto por parte del Gobierno central, por lo que ha demandado al Ministerio un «esfuerzo político», ya que «debe ser una política estatal y tenemos siempre la mano tendida». Pero ha insistido en que ahora «es el momento de planificar el agua de otra forma» y ha repetido, en cuanto al trasvase de 60 hm3 recientemente aprobado, que «el Ministerio se equivoca».