El coordinador general del Partido Popular (PP) , Fernando Martínez-Maillo, ha reivindicado que la convención nacional que su partido ha celebrado el pasado fin de semana en Sevilla ha tenido «contenido» y ha anunciado para los próximos días un pacto sobre el agua, que se ha terminado de cerrar precisamente en este cónclave.

«Ha habido encuentros bilaterales que han servido para ese acuerdo en materia de agua», dijo ayer Maillo en rueda de prensa tras el comité de dirección del PP. El pacto fue anunciado en febrero y los 'populares' han trabajado para cerrar un consenso entre sus dirigentes en los distintos territorios, con intereses diferentes en materia de agua.

Desalación y posibles trasvases

El borrador de Pacto del Agua que el Gobierno de Mariano Rajoy ha preparado, elimina aquellas viejas prevenciones y aboga por «impulsar la desalación y la reutilización» para combatir la escasez de agua. Se trata, precisa, no solo de promover nuevas infraestructuras, sino de mejorar la eficiencia energética de las existentes.

El discurso teórico entronca con las medidas prácticas que el Ejecutivo ya ha aprobado en los últimos meses: ha destinado más de once millones a la ampliación de media docena de desaladoras. La de Torrevieja, en Alicante, entre ellas.

El borrador también habla de impulsar las interconexiones para mejorar la garantía de suministro en una misma cuenca. Lo que plantea es mejorar la conexión de las desaladoras existentes para un mayor aprovechamiento de estas aguas y potenciar la interrelación de los recursos convencionales con los no convencionales (desalación y reutilización).

No obstante, los trasvases (transferencia es el término que emplea) no pasarán a mejor vida si los planes del PP salen adelante con el apoyo de otras fuerzas, en especial el PSOE, interlocutor principal para el citado pacto.

El Ministerio de Agricultura no cierra la puerta a nuevos trasvases. La propuesta es estudiar la viabilidad de transferencias entre diferentes cuencas «siempre que cuenten con el consenso suficiente». Las nuevas conexiones «siempre (añade el documento) garantizarían la preferencia de la cuenca cedente».

Sobre los trasvases ya existentes, el proyecto de Pacto del Agua contempla mejorar la transparencia con la creación de comisiones de gestión de cada trasvase, así como una regulación específica para cada uno de ellos.

El Ejecutivo hace hincapié asimismo en el impulso «continuo» de los estudios sobre el impacto que el cambio climático puede tener en el riesgo de inundaciones, por lo que aboga por «priorizar» infraestructuras contra las mismas.