Los casos de cisticercosis, una enfermedad parasitaria provocada por la lombriz tenia solium, han aumentado de forma preocupante en España en los últimos años, siendo la Región de Murcia la autonomía con mayor tasa de ingresos hospitalarios por cada 100.000 habitantes. Así queda reflejado en un estudio elaborado por un equipo investigador del Instituto Carlos III de Madrid que acaba de ser publicado y en el que se destaca que esta enfermedad es la primera causa prevenible de epilepsia.

Para este proyecto fueron analizados los casos registrados entre 1997 y 2014 en el Conjunto Mínimo Básico de Datos del sistema hospitalario español, periodo durante el que se identificaron un total de 1.912 altas hospitalarias con cisticercosis clínica, según explicó ayer a LA OPINIÓN la investigadora principal, la doctora Zaida Herrador. En este trabajo se detectó que entre los años 1998 y 2008 se observó una tendencia creciente en el número de hospitalizaciones por cisticercosis, disminuyendo después, en paralelo con una disminución en la tasa de migración externa.

La doctora Herrador señaló que una de las principales conclusiones del estudio es que la tasa media anual de hospitalizaciones por esta enfermedad parasitaria fue de 4,22 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en la Región de Murcia la tasa llegó hasta las 13,37 hospitalizaciones por 100.000 habitantes, situándose Murcia como la autonomía con la tasa más alta, seguida de Navarra (10,09 casos por cada 100.000) y Madrid (9,32 hospitalizados por cada 100.000).

La investigación muestra que el grupo de edad en el que se han registrado más casos ha sido en los pacientes de entre 16 y 44 años, llegado a representar el 63,6 por ciento del total. Seguido de los afectados entre 45 y 64 años (16,1 por ciento) y los mayores de 65 (12,7 por ciento). Por sexos apenas se nota diferencia, ya que el 51,4 por ciento de los casos se dieron en hombres y el 48,6 por ciento en mujeres.

La enfermedad cisticercosis está provocada por los quistes larvales de la lombriz tenia solium. Este parásito se encuentra habitualmente en los cerdos, aunque el ser humano se contamina cuando ingiere sus huevos a través de algún suelo contaminado, agua o comida, así como por el contacto con alguna persona infectada. La doctora Herrador subraya que la cisticercosis humana ocurre cuando una persona ingiere huevos de tenia solium que han pasado a un portador humano de tenia.

Precaución con las verduras

Entre los alimentos, hay que tener especial precaución con las verduras crudas, ya que son la principal fuente de transmisión si no se limpian y lavan adecuadamente. Además, los seres humanos son el único hospedador definitivo para la tenia solium.

La investigadora del Instituto Carlos III explica que los tres diagnósticos más frecuentes asociados a esta enfermedad son la epilepsia y convulsiones (49,5 por ciento), la hidrocefalia (11,8 por ciento) y la encefalitis, mielitis y meningitis (11,6 por ciento).

Respecto a las consecuencias que puede tener para las personas infectadas, los síndromes clínicos relacionados con la enfermedad se dividen en neurocisticercosis y cisticercosis extraneural. La neurocisticercosis (NCC) es la mayor causa de epilepsia adquirida en todo el mundo, y también se ve cada vez más en los países desarrollados debido a la inmigración desde áreas endémicas. Otros síntomas de cisticercosis incluyen hipertensión intracraneal, hidrocefalia, meningoencefalitis, trastorno psiquiátrico, accidente cerebrovascular y radiculopatía o mielopatía, si la médula espinal está involucrada.

Fuera del sistema nervioso central, la cisticercosis no causa síntomas importantes además del ojo. Los estudios postmortem en áreas endémicas sugieren que el 80 por ciento de las infecciones por neurocisticercosis son asintomáticas. «En consecuencia, muchos casos nunca se diagnostican o se encuentran incidentalmente durante los procedimientos de diagnóstico por imagen», explica a esta Reddacción la responsable de la investigación.

Las claves

La tenia solium es una de las lombrices solitarias más conocidas

Tenia solium es un platelminto parásito de la clase Cestoda, que vive en el intestino delgado de los seres humanos, donde puede llegar a medir normalmente de 3 a 4 metros y produce una enfermedad llamada teniasis. Es, junto con la tenia saginata, una de las especies conocidas como lombriz solitaria. El diagnóstico de la enfermedad se realiza por observación directa de los proglótidos en las heces de las personas infectadas, o por la visualización en las mismas de los huevos de los parásitos, por los métodos de detección a través de técnicas microscópicas.

La cisticercosis es más frecuente en medios rurales

La infección por cisticercosis se presenta más frecuentemente en zonas rurales de países en desarrollo con malas condiciones higiénicas, donde los cerdos andan sueltos y entran en contacto con heces humanas. Sin embargo, la emigración ha hecho que la enfermedad se extienda a otros países en los que no era habitual, como el caso de España. La teniasis y la cisticercosis son poco frecuentes en las persona que viven en países donde no se crían cerdos para el consumo.

Síntomas según el tipo de cisticercosis

Si los cisticercos están en los músculos no suelen causar síntomas. Sin embargo, tal vez sienta protuberancias debajo la piel. Si los cisticercos están en los ojos (algo que no es habitual) éstos pueden flotar en los ojos y ocasionar visión turbia o borrosa. La infección en los ojos puede ocasionar hinchazón o desprendimiento de la retina. Mientras que la neurocisticercosis (cisticercos en el cerebro, la médula espinal) tiene como síntomas más comunes las convulsiones y dolor de cabeza. Sin embargo, también pueden aparecer síntomas como confusión, desconexión con la gente y el ambiente circundante, problemas de equilibrio y acumulación excesiva de líquido en el cerebro (hidrocefalia). Esta enfermedad puede conducir a la muerte.

Tratamiento con antiparasitarios específicos

El tratamiento médico para los pacientes que contraen cisticercosis, cuando ésta no requiere que se proceda a la cirugía, puede realizarse con medicamentos antiparasitarios específicos, según indican los especialistas.