Cuidado con esta furgoneta, ha intentado secuestrar a una niña en Churra!». Este mensaje de WhatsApp, acompañado a veces de la fotografía del supuesto vehículo en cuestión y unos audios de testimonios que alertan de primera mano de lo ocurrido, dando así credibilidad al intento de rapto de un menor, inundaron hace unas semanas las redes sociales de la Región. Era mentira. Este es solo uno de los muchos bulos que se expanden con velocidad a través de la Red. Para cortar a tiempo su difusión, neutralizar los rumores y ser vía de comunicación de las fuentes oficiales, surgieron los equipos de voluntarios digitales en emergencias, conocidos con las siglas VOST (Virtual Operation Support Team). Existe en la Región. Su cuenta de Twitter es @VOSTmurcia. No sólo se dedican a desmentir bulos: también ofrecen información de interés en materia de emergencias o difunden el rostro de una persona desaparecida, por si alguien la ha visto. La cuenta es fiable y no se va a hacer eco de ninguna peligrosa noticia falsa.

Aunque fueron los americanos los primeros en implantar estos equipos de control en 2011 a través de la Cruz Roja, fueron unos incendios forestales ocurridos en julio de 2012 en la vecina Comunidad Valenciana los que propiciaron la creación de VOST en España.

Uno de los caballos de batalla desde hace algunas semanas son las noticias sobre intentos de secuestro de menores, producto en parte de la psicosis colectiva tras la muerte de Gabriel. «Hacemos barridos por las redes, generamos sinergias con grupos de coordinación de emergencias y establecemos una estrategia si el bulo afecta a más comunidades», explican desde VOST.

Uno de los más sonados en Murcia ocurría en 2016. Entonces no eran secuestradores de niños: eran vendedores de cromos de la Liga de fútbol. De hecho, nunca hubo un rapto de menores, mientras esta alarma estuvo en marcha. Se trató de un malentendido que creció debido al ´teléfono roto´ de toda la vida. Teléfono roto que ahora ´vive´ en los grupos de WhatsApp de los padres. La Policía Nacional de Murcia lograba entonces esclarecer tres supuestos (más bien, ficticios) casos de secuestro de menores en la ciudad que finalmente se descubrió que sólo era un reparto de cromos de fútbol en los colegios que despertó la alarma social y tres denuncias en las que los padres, guiados por sus hijos, denunciaron los hechos. Fue una alarma engordada.

Recientemente, una inocentada se iba también de las manos. Se hablaba de que en la pedanía de Sangonera habían encontrado cadáveres de niños en una casa. Niños a los que habrían matado para vender sus órganos. Corrió como formato de noticia y la gente le dio credibilidad. Hay quien llegaba a asegurar que lo había leído en un medio de comunicación.

Sobre las características de este tipo de noticias falsas, los expertos explican que son «anónimos, atemporales, suelen hacer referencia a un organismo oficial y generan miedo o morbo». Muchos tienden a atribuir la información obtenida por su primo, un vecino o un amigo policía. Asimismo, suelen incluir una petición de reenvío, ya que es uno de los objetivos que persiguen, según argumentan desde VOST.

Respecto a las motivaciones que llevan a alguien a difundir este tipo de informaciones falsas, «cuanto más escandalosas y morbosas mejor», desde VOST reconocen que algunos buscan notoriedad y lo aprovechan simplemente para conseguir más seguidores en sus cuentas sociales.

Cabe recordar que este tipo de acciones pueden ser constitutivas de delito. Sin ir más lejos, a principios de mes, la Guardia Civil detuvo en la localidad alicantina del Campello a un hombre de 33 años por un delito de desórdenes públicos por distribuir un mensaje de audio por WhatsApp en el que se alertaba de la existencia de un supuesto secuestrador de menores. Casos como éste o los recurrentes cada cierto tiempo en los que se solicita ayuda para un niño o un mayor hospitalizado pueden acarrear sanciones.

«Seguirán saliendo bulos», lamentan desde la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la Región de Murcia. «Nadie puede controlar el pánico colectivo, más aún si hablamos de menores», añaden al respecto. Aunque desde VOST se admite que «los bulos siguen circulando a mayor velocidad que las noticias reales», desde la plataforma colaboran con consejos y dan difusión a las fuentes oficiales, sirviendo de apoyo en una especie de tela de araña digital.

ALGUNOS EJEMPLOS:

Señora mayor

No hay ninguna señora mayor desorientada, ni en un hospital de la Región ni en ningún hospital de España. La Guardia Civil se veía obligada a desmentir un bulo que llevaba tiempo corriendo por las redes sociales. Un bulo que, a veces, resucita.

¿Venta de órganos?

Lo único que cambia en el mensaje, que va saltando de WhatsApp en WhatsApp, es la localización. No, no hay ninguna banda del Este de Europa que se esté dedicando a matar niños para vender sus órganos. Es todo psicosis.

La casa de los horrores

Fue una barbaridad planteada para el Día de los Inocentes, pero se fue de las manos. Tanto, que la gente se creyó que era verdad: que en Sangonera habían encontrado una casa con cadáveres de niños. El miedo se extendía.