Ya han desembarcado en las costas murcianas. Las ´Carabelas portuguesas´, o ´ falsas medusas´, han ido provocando un reguero de publicaciones en redes sociales y noticias en los medios de comunicación en el último mes a lo largo de la costa andaluza y la ciudad de Ceuta. Hace una semana se avistaba por primera vez este año un ejemplar rondando el puerto de Cabo de Palos. Días después se conocía que también se habían encontrado en la playa aguileña de Calarreona muertas en la orilla. También, a finales de marzo, habían aparecido decenas de ellas en las playas del Cabo de Gata, en Almería. Y es que desde finales de enero y principios de febrero, gracias en parte a los últimos temporales que han azotado la zona del estrecho de Gribaltar, ha provocado que un numeroso grupo cruce desde el océano Atlántico hasta el mar Mediterráneo apoyado por el viento de Poniente que estos meses suele correr por la zona.

El investigador del Instituto Español de Oceanografía, Ignacio Franco, apunta a que suele ser por abril y mayo cuando nos visita esta peligrosa especie de hidrozoo, de apariencia similar a las medusas pero más peligrosa y letal por su alto poder urticante, ya que, como él mismo señala, su picadura puede producir «taquicardias, vómitos, mareos, arritmias o bajadas de tensión, por lo que provoca mucha alarma social, pero dentro de lo peligrosa que es, no es mortal». Franco subraya, además, que el 50% de los casos de picaduras de estas ´Carabelas portuguesas´ acaban en hospitalización del paciente. «Por picadura de carabela portuguesa sólo se han registrado cuatro muertes en todo el mundo en los últimos 110 años, y al año pica a 50.000 personas. Seguro que hay menos gente que sobrevive a una picadura de abeja», explica el investigador.

«La suerte que tenemos en España es que por nuestras costas suelen pasar a lo largo de los meses de febrero, marzo o abril, y en mayo se ven muy pocas, por lo que no se suelen ver en la temporada alta de baño», señala el investigador del IEO, «no llegan a bordear el cabo de Palos, continúan su camino hacia el este, y no hacia el norte». Las ´Carabelas portuguesas´ están acostumbras a aguas oceánicas y frías, por lo que no se sienten muy cómodas en nuestras costas y siguen un camino recto hasta playas de Italia y Sicilia. «Si va a haber alguna más será este mes, y quizá en mayo, pero nada más».

Largos tentáculos

Largos tentáculosLa ´Carabela portuguesa´, pese a su forma gelatinosa y su picadura, no es una medusa. «Son diferentes, una ´Carabela´ es una colonia, son muchos individuos que trabajan a la vez». En concreto, son cuatro pólipos y cada uno está especializado en realizar una tarea específica. «El primero está especializado en dar flotabilidad a toda la colonia», una vejiga llena de gas que se hincha, tiene forma de buque y mantiene unos colores púrpura muy llamativos.

Otros se encargan de la protección y se dedican a picar, lo hacen a través de filamentos o tentáculos muy delgados y largos que están cubiertos de nematocistos llenos de veneno que, dada la carga tan potente que llevan, permiten paralizar a peces para poder capturarlos y comerlos. «Como una caña de pescar, permiten inmovilizarlos en cuestión de segundos para evitar así que el pez, al ser atacado, pueda arrancar un tentáculo. Cuanto más largos sean esos filamentos, suelen tener más veneno», explica Franco. Los tentáculos pueden llegar a medir entre 10 y 30 metros. «Otros individuos de la Carabela portuguesa se dedican a la reproducción y otras a la alimentación de toda la colonia».

Lo que hay que saber

Lo que hay que saberFácil de reconocer por su color púrpura

Esta ´falsa medusa´ es fácil de reconocer en el mar por su flotador de color púrpura intenso y sus largos tentáculos. Suele aparecer por el Mediterráneo a partir de febrero y su presencia en las costas murcianas suele ser a partir de abril o mayo. A partir de estos meses la Carabela no suele tener presencia en el litoral regional. Hay que llevar cuidado con los niños, pues su color puede atraerles.

¿Cómo evitar la picadura venenosa de la Carabela portuguesa?

Los Servicios de Emergencia de la Región indican que la única manera de evitar la venenosa picadura es no bañarse, ni siquiera en la orilla, ni mojarse con agua recogida en cubos, que puede contener fragmentos. No tocarla nunca, ni siquiera las que quedan varadas en la arena, pues el poder urticante persiste, aunque estén muertas.

¿Qué hacer si me ha tocado alguna?

Aunque no se haya tenido ningún tipo de reacción, no debemos llevarnos las manos a los ojos o la boca, ya que son zonas mucho más sensibles. Atender y seguir las indicaciones, el tratamiento y las advertencias que existan en la playa (megafonía, carteles, señales, banderas?) o difundidas a través de los medios de comunicación. Si se ven medusas y no existe ningún aviso, informar al puesto de vigilancia más cercano o a las autoridades locales. El uso de cremas de protección solar puede disminuir el riesgo de picaduras, pero no las evita totalmente. También utilizar prendas protectoras que cubran la totalidad de la superficie corporal (gafas, trajes de neopreno, guantes, escarpines). Los niños son especialmente sensibles a este tipo de picaduras: vigilarlos e instruirlos y no bañarlos, en ningún caso.

Grupos de riesgo: niños, ancianos, personas con antecedentes alérgicos, cardiovasculares o asmáticos, o que hayan sido picados previamente por medusas, deben evitar el contacto con estas medusas.

¿Cómo actuar en caso de picadura?

No rascar o frotar la zona afectada, ni siquiera con una toalla o con arena, esto no hará más que activar los cnidocitos restantes por efecto de la presión. Lavar la zona con suero fisiológico o, en su defecto, agua de mar, asegurándose de que no contenga fragmentos de tentáculos, pero nunca con agua dulce.

No aplicar amoniaco, orina o vinagre. Los Servicios de Emergencias insisten en este último producto, ya que se ha popularizado su uso en caso de picadura.

En caso de no poder acudir a un puesto de salvamento, quitar los restos de tentáculos adheridos a la piel con pinzas; en su defecto puede usarse algún objeto de borde fino. Para aliviar el dolor aplicar frío, hielo, de forma intermitente, durante unos 5 a 15 minutos, sin frotar y evitando el contacto directo del hielo con la piel. Nunca aplicar calor, ni exponer la zona afectada al sol. Sintomáticamente, pueden utilizarse geles o pomadas específicas, antihistamínicos y analgésicos.

En caso de herida, se aconseja la aplicación de un antiséptico, tres veces al día, hasta que cicatrice la herida. Acudir al puesto de socorro de la playa o al centro de salud más cercano. Si la persona afectada tiene antecedentes de picaduras, vigilar la posible aparición de reacciones alérgicas inmediatas o tardías.

Avistamientos Cabo de Palos y Águilas han sido las primeras ubicaciones

Avistamientos Cabo de Palos y Águilas han sido las primeras ubicacionesSegún fuentes de la Consejería de Agua, es la primera vez que se tiene constancia de la presencia de la Carabela portuguesa en Cabo de Palos, aunque se han visto en otros lugares como en playas de Mazarrón, Cartagena o Águilas. En este último municipio es donde también este año se han avistado otros ejemplares de esta especie muertos en la orilla de la playa de Calarreona.