Más de 34.000 turismos diésel con una antigüedad superior a los 20 años están en riesgo de desaparecer de las carreteras de la Región de Murcia con las nuevas pruebas que se incorporarán a la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) a partir del mes de junio.

Este examen de seguridad de los vehículos se endurecerá y encarecerá, con el objetivo de detectar a los más contaminantes, entre ellos los que han sufrido manipulaciones en sus centralitas para evitar el coste del mantenimiento de los sistemas anticontaminación; es decir, de los catalizadores, sistemas de depuración de gases y filtros.

Un gasto que en algunos casos puede alcanzar los 900 euros y que motiva fraudes sobre todo en vehículos diésel de propietarios que piden a sus mecánicos que desconecten el filtro de partículas o las válvulas de recirculación de gases. Para detectarlo, los vehículos serán conectados a máquinas de diagnosis que, mediante sistemas electrónicos e informáticos, verificarán toda la electrónica interna para evitar fraudes en las emisiones.

En la Región hay un total de 68.747 vehículos que funcionan con motor diésel con más de 20 años, según la última estadística de la Dirección General de Tráfico, del millón de vehículos que la DGT tenía registrados en la Región de Murcia según la última estadística de 2016. De los vehículos diésel más antiguos, la mayoría, 34.137, son turismos, además de 144 motocicletas, 30.667 camiones y furgonetas, y 419 autobuses. También hay 27 ciclomotores y 1.189 tractores industriales, según datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico de la Región.

Según la última estadística de la DGT, la mayoría de los vehículos que hay en la Región funcionan con gasoil. Pero la tendencia va hacia más vehículos de gasolina e incluso los híbridos, de forma que ya hay fabricantes que están abandonando los coches diésel. Lo certifican los datos de la Asociación Nacional de Importadores de Automóviles, Camiones, Autobuses y Motocicletas: hasta septiembre se han matriculado 469.821 vehículos a gasolina y 463.847 diésel en toda España. En ello puede tener que ver el escándalo generado con los vehículos del grupo Volkswagen y los debates sobre la contaminación y las emisiones. Según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), los vehículos diésel contaminan cuatro veces más que los de gasolina al emitir niveles muy superiores de dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión, dos de los principales contaminantes del aire. Otro estudio concluye que los diésel emiten más gases de efecto invernadero.

El parque automovilístico de la Región de Murcia tiene una antigüedad media de 13,7 años, según un reciente estudio de la consultora MSI para la patronal de los concesionarios, Faconauto. De tal forma, la media regional queda por encima de la nacional, que es de 12,1 años, lo que ahonda la necesidad de rejuvenecer el parque para mejorar la seguridad vial y para evitar los episodios puntuales de contaminación que sufren las grandes ciudades, según Faconauto, que pronostica que, lejos de rejuvenecer, el parque automovilístico será cada vez más viejo en los próximos años. Así, en 2020, el 67% de los coches en circulación tendrá más de diez años. Por ello, la patronal considera que España necesita trabajar en un plan integral y coordinado para mejorar el medio ambiente, donde el automóvil ha de ser visto como parte de la solución de una movilidad sostenible.

Las nuevas pruebas que se incorporan a la ITV afectarán también a los vehículos matriculados desde 2006, es decir, que tienen ya 12 años, pues la Unión Europea ha aprobado una directiva para estandarizar los fallos desde esa fecha. Son los denominados vehículos euro 4, que contaminan cuatro veces más que los nuevos pero que pueden circular porque se homologaron. A esos vehículos les han hecho pruebas circulando y la contaminación es diez y hasta veinte veces más de lo que se detectaba en las inspecciones.

Desde 2011, los fabricantes están obligados a programar las centralitas (ordenadores) con la misma lista de fallos. En los nuevos test, los técnicos entrarán en ellas para comprobar que los sistemas anticontaminación funcionan.