Inma Ríos, especialista en la motivación de equipos, que dio a conocer en Murcia las claves para generar «un optimismo inteligente», manifestó su admiración ante la respuesta de la madre de Gabriel, el niño asesinado en la población almeriense de Níjar.

Inma Ríos explicó que su función en las empresas consiste en «ayudar a los profesionales a enfrentarse a las dificultades de una forma más efectiva y, por otro lado, a desarrollar una buena ejecución, a través de objetivos claramente definidos y un liderazgo sano y motivador, sin olvidar el reconocimiento».

Al plantearle cómo se consigue mantener el optimismo ante una conmoción como la causada por la muerte de Gabriel, destacó cómo la madre ha decidido «enfocar su respuesta hacia lo bueno de su hijo y lo bueno de toda la gente que les ha apoyado. Su decisión ha sido: 'No quiero poner el foco en la agresividad y la rabia contra la asesina de mi hijo'. Al decir esto públicamente esta mujer ha hecho algo muy grande después de lo que le ha pasado a su hijo».

Inma Ríos cree que «ha demostrado que, a pesar de lo que te pueda ocurrir, siempre vas a poder elegir la respuesta. Lo que le ha ocurrido es tremendo, nada puede doler más, pero ha tenido la fortaleza de no poner el foco en la crueldad, sino a la memoria de su hijo y en la bondad de la gente», según señaló en la I Cumbre de la Excelencia Empresarial, organizada por Hispanic-American College (HAC) bajo el título 'Inspirando a líderes comprometidos' y celebrada en Murcia.

Al preguntarle si es posible que alguien pueda desarrollar la capacidad de actuar como la madre de Gabriel, respondió que «esto es algo que se tiene innato, pero también se puede trabajar». Cree que el control sobre el estado de ánimo «es algo que se puede entrenar. Tampoco es cuestión de ignorar las emociones. No se puede hacer de la noche a la mañana, requiere una fuerte dedicación, a base de entrenamiento».

A su juicio, la clave está en comprender que lo que cuenta «no es lo que nos pasa, sino lo que hacemos con ello. A lo mejor tenemos un acontecimiento externo que no podemos cambiar, pero siempre podemos elegir nuestra respuesta ante la situación. Te puede costar más o menos, pero los resultados van a depender mucho de la respuesta que elijas». Su experiencia le ha llevado a ver la conveniencia de ofrecer «más apoyo emocional o más instrucciones» a los integrantes de un equipo de trabajo en función de la destreza adquirida.

«Si tenemos a alguien que acaba de comenzar un trabajo nuevo y no tiene idea de cómo hacerlo, normalmente tendremos a alguien que está motivado, pero requiere una buena dosis de instrucciones. Sin embargo, ante los que saben realizar la tarea lo que hay que hacer es delegar», indicó.