Eran miles, miles de mujeres abrazadas, cogidas de la mano, miles gritando, hablando, miles codo con codo y manos levantadas. Mil sonrisas. Miles por los derechos, la igualdad, la conciliación, miles libres y revolucionarias, miles contra el machismo. Miles por Murcia y Cartagena. Eran miles de mujeres las que ayer rompieron el statu quo social de la Región y dejaron claro que lo que predomina ahora va a cambiar, que lo que molesta se va a visibilizar más, y que esto, aunque ayer el verbo más utilizado era ´parar´, no va a hacer más que avanzar.

A las ocho de la tarde, en Murcia, la manifestación se concentraba en la Plaza de la Fuensanta para marchar a lo ancho y largo de la Gran Vía y cruzar el Puente de Hierro, atravesar el barrio del Carmen y acabar con la lectura de un Manifiesto Feminista en el paso a nivel de Santiago el Mayor lectura de un Manifiesto Feminista en el paso a nivel de Santiago el Mayor. Entre gritos, proclamas o aplausos espontáneos el debate se hacía hueco entre las manifestantes. Ana, situada frente a Marta, le explica con un brazo en alto y otro abajo qué es la brecha salarial, por qué un hombre cobra más que una mujer por hacer lo mismo con idéntico puesto de trabajo. Con media hora de manifestación ya en marcha, Alicia agarra a su hijo y a su hija de las manos. Casi gritándoles explica por qué están allí, por qué recorren una avenida tantas personas: «Vamos a por los derechos», les dice. María, sentada en su silla de ruedas, se une a la manifestación por los laterales de esta sin dejar de asombrarse por lo que ve: «Por la mañana me ha convencido mi hijo para venir y ahora estoy acompañada de cuatro mujeres de mi familia».

A la llegada al Puente de Hierro centenares de personas encendían las pantallas de sus móviles creando un mosáico de luces que acompañaba a una marea de pancartas contra el machismo, por los derechos de las mujeres y por la igualdad. Un conjunto de reivindicaciones que de principio a fin dejaban claro que las ideologías se dejaban de lado.

Cartagena también grita

Cartagena también gritaEn Cartagena, la respuesta ciudadana a la movilización fue rotunda. Unas 5.000 personas acudieron a la manifestación que partió desde la plaza de España hasta desembocar en la plaza del Ayuntamiento, que se quedó pequeña para acoger a los asistentes, en su gran mayoría mujeres (alrededor del 85% de los manifestantes fueron féminas). Antes de la marcha, piquetes informativos pasaron por el recorrido indicando a los comercios los motivos de la manifestación y requiriendo a dueños y dependientes que se sumaran. Una vez en la plaza del Ayuntamiento, tras un recorrido sin incidentes, los cánticos reivindicando un trato igualitario entre hombres y mujeres y las intervenciones en el mismo sentido se sucedieron. Hubo algún momento tenso entre las manifestantes ante la presencia de hombres en el escenario simulado en el pórtico del Palacio Consistorial. Incluso alguna de las participantes reclamó por megafonía que se fuesen de la zona al ser «un lugar exclusivo para ellas». Al término de la protesta, algunos grupos quedaron en la plaza cantando las canciones del equipo musical habilitado para el acto. Antes, por la mañana más de un millar de personas acudió a la plaza del Ayuntamiento para una concentración en la que la alcaldesa de la ciudad, Ana Belén Castejón, leyó un manifiesto en la puerta de Palacio Consistorial.