Pacientes y sanitarios unieron ayer sus voces en las calles de Murcia para reclamar una Sanidad pública de calidad en la primera de las manifestaciones que convoca la Marea Blanca desde el año 2015 con motivo del «continuo deterioro que está sufriendo la atención y el aumento de las listas de espera».

El colapso de los hospitales murcianos el pasado mes de diciembre con motivo de la epidemia de gripe fue el detonante que hizo prender la mecha y que llevó ayer a cerca de seis mil personas (según los organizadores) a reclamar mejoras en la asistencia y un reparto más equitativo de los recursos. Ciudadanos que respaldaron con su presencia a las más de 50 asociaciones y colectivos que forman parte de la Marea Blanca.

Basi López, vecina de Molina de Segura, fue una de las pacientes que ayer se encontró en la manifestación con su médico de familia, Pedro Ángel Alcántara, para quien nada más que tiene palabras de agradecimiento por su profesionalidad. Pero ambos coincidieron en la calle para reclamar a la Consejería y al Servicio Murciano de Salud que se apueste por los centros públicos reforzando plantillas, mejorando las dotaciones tecnológicas y reduciendo las esperas quirúrgicas y en la consulta del especialista.

Esos mismos motivos fueron los que llevaron ayer a más de 150 vecinos de la pedanía de Benizar (Moratalla) a subirse a un autobús para estar a las seis y media de la tarde en la puerta del Hospital Reina Sofía de Murcia, desde donde partió la Marea Blanca. Ana Rosa Moreno, una de estas moratalleras, explicó ayer a LA OPINIÓN que necesitan mejores equipamientos en el consultorio, así como agilidad para trasladar a los pacientes urgentes.

Duelo tras una pancarta

Durante el trayecto los asistentes comentaban sus casos particulares, algunos muy dolorosos como el de los familiares de José Manuel, quienes ayer vivían su duelo tras una pancarta en la que se podía leer 'Justicia para José Manuel. Exigimos al SMS que ponga fin a los conciertos con hospitales privados. Con nuestras vidas no se comercia'. José Manuel González es un joven murciano de 29 años al que su familia enterró la semana pasada después de que entrara en coma durante una operación para quitarle un quiste en el pie en una clínica concertada de Alcantarilla. De allí lo trasladaron a la UCI del Reina Sofía el 9 de febrero, donde falleció el pasado día 21. Su cuñada Vanesa, su padre, Pedro, y su tío, José, sostenían ayer la pancarta durante la marcha de la Marea Blanca y señalaban que «no podemos consentir más esta situación. La Sanidad pública necesita recursos y no se puede dejar a los pacientes en manos de los concertados». Una familia rota que ya ha emprendido acciones legales con el objetivo de esclarecer qué ocurrió en aquella operación.

Quienes tampoco faltaron a la concentración fueron los alumnos de Enfermería de la Universidad de Murcia, quienes reclamaban una prácticas de calidad al grito de «Asensio, gerente, enfermería está presente». Junto a ellos también defendía una formación a la altura el vicerrector de Ciencias de Salud, José María Abellán, que acompañó durante parte del recorrido al candidato a rector Pablo Artal.

Entre los asistentes también se vieron caras conocidas como José Luis Aguayo, jefe de Cirugía del Morales Meseguer; Mario Soler, presidente de la ADSP-RM; el médico de familia Pepe Martínez y el cura Joaquín Sánchez, quienes se mezclaron en la 'marea' con María Teresa Martín, de Usuarios por la Sanidad; Amelia Corominas, presidenta del Colegio de Enfermería; Joaquín Contreras, portavoz de la Plartaforma ProSoterramiento y miembros del resto de formaciones convocantes. La protesta finalizó en la plaza Fuensanta, donde se dio lectura a un manifiesto en el que se reclamaron más recursos para frenar las listas de espera, la puesta en marcha de un programa de ayudas al copago de fármacos, la mejora de las condiciones laborales del personal sanitario y la reducción de los conciertos sanitarios, entre otras medidas.