Cerca de medio millar de pacientes de la Región de Murcia están tomando en la actualidad el medicamento Depakine cuyo uso ha sido prohibido para embarazadas por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). El Servicio Murciano de Salud alertó a mediados del pasado mes de febrero a todos los médicos de los hospitales y centros de salud de las nueve áreas de la Comunidad de que este fármaco está contraindicado para mujeres gestantes por sus efectos secundarios en el feto, que puede sufrir retraso mental, autismo o problemas motores. Sin embargo, y pese a las evidencias científicas y las alertas que se han producido en otros países, este medicamento se viene dispensando en España desde hace 40 años sin ningún tipo de restricción.

La Consejería de Salud de la Región de Murcia confirmó ayer a LA OPINIÓN que, según la información de la que disponen, actualmente hay 451 mujeres de entre 16 y 50 años que están tomando este fármaco en la Región, ya que «son las que han facturado alguna receta de este producto durante el pasado mes de enero». Este recuento corresponde a las pacientes que se encuentran en edad fértil y a las que les podría afectar de forma negativa su consumo en caso de estar en periodo de gestación o intentando quedarse embarazadas.

La organización NoGracias, liderada por el médico murciano Abel Novoa, y la Asociación Murciana de Consumidores y Usuarios Consumur habían alertado de esta situación ante las continuas reivindicaciones de la comunidad sanitaria y ante la repercusión que el caso está teniendo en países como Francia y Reino Unido, donde existen actualmente 18.000 y 45.000 afectados por este fármaco, respectivamente.

Depakine es un medicamento compuesto de ácido valproico, utilizado como antiepiléptico y modulador del humor, con graves efectos secundarios para los niños expuestos en periodo fetal. De ahí que las asociaciones y los profesionales pidieran que se tomaran medidas de forma urgente.

El consejero de Salud, Manuel Villegas, explicó ayer a esta Redacción que tras recibir la alerta desde el Ministerio de Sanidad se puso en marcha el protocolo de aviso en menos de 24 horas y se alertó a través de los sistemas informáticos OMI y Selene y se enviaron comunicaciones vía fax a todos los jefes de servicio y coordinadores de centros de salud para comunicar la situación de alerta de esa medicación. Además, «se ha facilitado un listado a cada médico de los pacientes que tienen en su cupo y que estaban tomando Depakine para que tomaran las medidas oportunas», subrayó Villegas, que también ha recordado que «tenemos una plataforma que nos permite, ante cualquier alerta, comunicarlo lo antes posible».

Esta situación no la ve igual Novoa, quien critica la lentitud del Gobierno en tomar medidas, ya que «es algo de lo que se está avisando desde el año 2000 y, como siempre, llegamos tarde». En este caso recuerda que la primera medida que se tomó en España fue en el año 2014, cuando se dejó en manos de la propia farmacéutica (Sanofi) que avisara a los médicos de los posibles efectos del Depakine, una alerta que posteriormente midió la EMA (European Medicines Agency), «que pudo constatar que no había servido para nada». El doctor Novoa afirma que como médico cada semana le llegan cuatro o cinco alertas de la AEMPS sobre fármacos, sin diferenciarse entre las que son más importantes y urgentes y las que menos, por lo que «es muy habitual que a muchos de nosotros esta vía de comunicación se nos haya pasado por alto».

Obligación de anticonceptivos

Además, pone como ejemplo el Roacutan, un medicamento usado por los dermatólogos para los casos graves de acné y que también tiene efectos graves en el feto. Sin embargo, Abel Novoa recuerda que en estas situaciones las pacientes que sigan el tratamiento con Roacutan están obligadas a tomar anticonceptivos para evitar que queden embarazadas y que el feto desarrolle algún problema por la contraindicación. «Un protocolo que también se debería seguir en el caso del Depakine», asegura el responsable de la organización sanitaria NoGracias.