Que el Campo de Cartagena está lleno de agua por debajo es un hecho más que constatado, si bien el estudio llevado a cabo por el investigador del Cebas no ha podido recoger los indicadores de descarga, es decir, cuánta cantidad llega al Mar Menor procedente de los acuíferos. «Ese es un estudio que están empezando a realizar otros investigadores ahora», apuntó.

Lo que González sí ha podido constatar al andar por la orilla, midiendo el grado de salinidad hacia dentro del Mar Menor, y luego a un metro de la playa, es que «el grado de endulzamiento es espectacular en la orilla».

A principio de año, alrededor de un sesenta por ciento de la costa estaba endulzada, «no dulce, como para beber, pero desde luego tampoco era agua marina», subrayó el científico.

Asimismo, hay tramos enormes de playa donde, al excavar, el agua que emana es salobre, también sin mezcla de agua del mar. Y este agua subterránea sale, por ejemplo, entre el límite de San Javier y San Pedro; en el aeropuerto de San Javier; en la zona de la playa de la Hita y norte de Los Narejos, donde la playa siempre está encharcada con agua del subsuelo; y en Los Alcázares.

«Curioso es el caso desde la rambla del Carmolí hacia el sur, donde al principio había poca evidencia y cada vez entra más agua», concluyó.