El primer campeonato de 'Endurance Flyski' de España, previsto para finales de marzo en Los Alcázares, no ha resistido. Las posibles repercusiones negativas sobre la Red Natura 2000, teniendo en cuenta la actual situación de fragilidad en la que se encuentra el ecosistema de la laguna, ha sido la principal causa de la no autorización del evento, que ya había sido ampliamente publicitado.

El Flyboard es un deporte que consiste en montar una tabla que produce dos potentes chorros de agua orientados hacia abajo y que gracias a la presión que ejercen permiten a la persona que va sobre ella hacer acrobacias y volar hasta 15 metros de altura.

Esta tabla está impulsada por unos tubos flexibles conectados a una moto acuática o una lancha que recoge agua por la proa y la expulsa a gran presión hacia abajo a través de una turbina por la popa.

El concejal de Deportes y portavoz del Ayuntamiento de Los Alcázares, Nicolás Ruiz, dejó claro que el campeonato «en ningún momento ha sido autorizado por los permisos oficiales legalmente establecidos», y que desde el Ayuntamiento no se había hecho publicidad oficial del evento.

Ruiz, ante el hecho de que haya estado circulando publicidad del evento, con los logotipos del Ayuntamiento, y de la Comunidad Autónoma, entre otros, en los carteles, indicó que «la difusión por otros medios no oficiales no son responsabilidad de este Ayuntamiento».

«Los organizadores se han adelantado y han querido publicitar el campeonato pese a no tener la autorización, tal vez porque otros años se ha celebrado, como en los Mar Menor Games» de octubre del año pasado, apuntó.

La Plataforma Pacto por el Mar Menor había criticado el evento por sus características: «La potencia de los chorros de agua que producen tanto la moto o lancha como la tabla, contribuirían a degradar aún más los ya alterados fondos marinos del Mar Menor».

Por su parte, desde la Dirección General del Medio Natural se subrayó que no habían recibido solicitud alguna para la celebración del campeonato, por lo que nunca lo autorizó.

En cualquier caso, la respuesta hubiera sido negativa, añadieron, por el «aumento notable de turbidez y de movilización de sedimentos» que hubiera provocado; por el «posible arranque o deterioro de matas de fanerógamas marinas», que forman parte del hábitat de interés comunitario y que se hayan en regresión por el proceso de eutrofización que sufre la laguna. Y porque esta actividad podría causar molestias por ruidos a la avifauna del entorno de la laguna.

Fiscal

Por otra parte, el Fiscal Superior de la Región de Murcia, José Luis Díaz-Manzanera, manifestó ayer en una entrevista a la Cope, que está «a la espera» de la instrucción de las diligencias, «que son numerosas», de la denuncia que él mismo planteó sobre la degradación de la laguna y que señala a 30 personas y entidades.