Veintidós empresas catalanas se han trasladado a la Región durante el año pasado, 19 de Barcelona y 3 de Tarragona, de acuerdo con los movimientos contabilizados en el Registro Mercantil. Sin embargo, la tensión generada por el independentismo catalán que está provocando una fuga de compañías puede tener un impacto menos favorable en la economía regional. Los expertos sitúan a la Región entre las comunidades autónomas que acusarán los efectos de la incertidumbre provocada por ´el procés´, pero en menor medida que las autonomías limítrofes que mantienen una relación comercial más intensa, como la Comunidad Valenciana, Aragón o Baleares.

Además de las 22 empresas catalanas que se han instalado en la Región, dos grupos turísticos y un despacho de abogados catalanes han planteado al Instituto de Fomento la posibilidad de trasladarse a la Región. Fuentes del Info sostienen que hasta ahora no se han apreciado cambios en las relaciones comerciales de las empresas murcianas que puedan atribuirse al conflicto catalán.

El BBVA Research apunta en su último informe del Observatorio Regional que el independentismo podría reducir hasta en seis décimas el crecimiento regional en 2018. En 2019 podría restar cuatro décimas. En Cataluña el impacto sería del 0,8% en 2018 y en 2019.

Por su parte, el presidente de la CROEM, José María Albarracín, advertía hace varias semanas en un acto de la Asociación de la Empresa Familiar (Amefmur) de que la evolución de la economía se verá totalmente condicionada por lo que llamó «el terremoto» de Cataluña. Según los datos de CEPREDE recogidos por la patronal murciana en un informe, las empresas de la Región venden productos por valor de 665 millones de euros a sus clientes catalanes, lo que supone el 8,8% de sus ventas en España. Cataluña es el cuarto mayor destino de los productos murcianos, por detrás de la Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha.

A su vez, Cataluña vende en la Región productos por valor de 1.287 millones (el 16% del total), lo que convierte a esta comunidad en el tercer mayor proveedor de la Región, por detrás de Valencia y Andalucía.

El economista de BBVA Research Pep Ruiz de Aguirre apuntaba a finales de 2017 que la Región no puede considerarse al margen de lo que ocurra en la economía catalana, dado que mantiene una cierta cercanía. Su impresión es que Murcia puede incluirse dentro del grupo que acusará un efecto «medio» entre las comunidades limítrofes y las más alejadas. Destacó que «el volumen de mercancías que salen de Murcia a Cataluña es importante, aunque no tanto como las exportaciones de Murcia a Reino Unido o Francia».

Ruiz de Aguirre señaló que, lógicamente, «para Valencia es más importante Cataluña que para Murcia». No obstante, también puede haber «un efecto en cadena. Si la demanda a de las empresas valencianas baja, los intercambios entre Murcia y Valencia podrían verse afectados», dado que la Comunidad Valenciana es el primer cliente y el primer proveedor de las empresas murcianas. «Murcia queda en un grupo intermedio de comunidades con un impacto relativamente medio. Esto no quita para que haya empresas que se puedan ver muy afectadas. De hecho, hay gente que está preocupada por esto», indicó. Su conclusión es que «hay mucha incertidumbre. Hemos superado la fase crítica de incertidumbre que se produjo el 1 de octubre, pero no se ha recuperado la situación previa a las tensiones».