El nivel freático preocupa a los expertos al «producir entradas incontroladas de agua al Mar Menor», según ha puesto de manifiesto la Cátedra de Agricultura Sostenible para el Campo de Cartagena UPCT-Fecoam-Coag, que trabaja en la que «podría ser la solución para eliminar los nitratos del acuífero», según informaron fuentes de este organismo

Tras la reunión que la Comisión de participación social del Mar Menor celebró este lunes para analizar la situación actual de la laguna, quedó claro, según la Cátedra, que «se hace necesaria, tal y como plantean los agricultores y ha sido planteado en el Comité Científico del Mar Menor, una reducción de al menos un metro y medio del nivel freático ya que se encuentra muy elevado».

Este nivel freático del acuífero ha llegado a cotas muy altas porque los agricultores ya no pueden extraer agua a través de los pozos, debido a que lo tienen prohibido para los vertidos de salmuera al Mar Menor, y que se generaban en el proceso de desalación de las aguas subterráneas

La Cátedra valora como «positivo» el planteamiento de los agricultores para la extracción del agua del acuífero, ya que, de no llevarse a cabo, tal y como sostiene el catedrático de Ecología y miembro del Comité Científico, Ángel Pérez Ruzafa, «sigue habiendo filtraciones a la laguna debido al elevado nivel freático, y esta aportación tiene lugar de forma incontrolada por lo que debería subsanarse lo antes posible».

Soluciones

«Se trata, por tanto, de un agravamiento al que contribuye la inactividad de las instituciones al respecto», añadieron las mismas fuentes.

Ante esta situación, la Cátedra de Agricultura Sostenible para el Campo de Cartagena UPCT-Fecoam-Coag solicita el desbloqueo de la situación mediante la búsqueda de soluciones que ayuden a bajar el nivel freático y que permitan a los agricultores «utilizar el agua de sus pozos con los permisos pertinentes».

Esta Cátedra lleva a cabo unas investigaciones en la desalobradora de la Finca Tomás Ferro en materia de desnitrificación y concentración de salmuera, cuyos resultados «son esperanzadores» y pueden servir de solución a la coexistencia entre la actividad agrícola del Campo de Cartagena y la sostenibilidad del Mar Menor.