Contra el terrorismo yihadista, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado apuestan por «cursos de formación específicos para formar a agentes locales, los más cercanos a las realidades de esta índole». Así lo explicaba este lunes el delegado del Gobierno en Murcia, Francisco Bernabé, que atendió a la prensa antes de la reunión para la que había convocado a todos los alcaldes de la Región.

El objetivo: que los municipales, los primeros que suelen detectar alguna conducta sospechosa, tengan aún más herramientas a la hora de combatir esta lacra violenta, que el verano pasado sembraba de muerte las Ramblas de Barcelona.

Y es que en España, desde los atentados del 11 de marzo de 2004, han sido detenidas ya 751 personas sospechosas de tener vínculos con el yihadismo. De ellas, 136 fueron arrestadas durante la presente legislatura.

En la Región, desde 2012 se han producido tres operaciones con detenidos relacionados con la Yihad: dos en Murcia y una en San Pedro del Pinatar.

Francisco Bernabé puso el acento en la importancia de «estar perfectamente coordinados para prevenir cualquier tipo situación terrorismo yihadista». En este sentido, además de elogiar la labor de la Benemérita y la Policía Nacional, recordó que «es la colaboración de los ciudadanos la que permite localizar comportamientos sospechosos».

El delegado señaló que «los policías locales tienen un alto nivel de cualificación, pero el terrorismo internacional está evolucionando». De ahí que sea fundamental las enseñanzas que pueden aprender de policías nacionales y guardias.

El delegado compareció acompañado del consejero de Presidencia y Fomento, Pedro Rivera, y el presidente de la Federación de Municipios y alcalde de Lorquí, Joaquín Hernández.

La activación del Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA) 5, el máximo previsto, sólo está reservada a casos de atentados inminentes en territorio nacional y en la práctica solo implica como diferencia con el nivel previo, la presencia de militares en las infraestructuras críticas, nudos de comunicación y lugares de gran acumulación de personas.

España mantiene un nivel 4 sobre 5 de alerta terrorista desde el 26 de junio de 2015, cuando el Ministerio del Interior decretó necesaria su activación tras los atentados que se perpetraron a lo largo de ese año en Francia, Túnez, Kuwait y Somalia. El Nivel de Alerta Antiterrrorista consiste en una escala compuesta por cinco niveles, cada uno de los cuales se encuentra asociado a un grado de riesgo, en función de la valoración de la amenaza. El nivel 4 supone la movilización total de los agentes de la lucha antiterrorista, que extreman la vigilancia sobre las personas sospechosas, así como el refuerzo y protección de infraestructuras críticas como centrales nucleares o grandes nudos de comunicación, entre ellos aeropuertos y estaciones de tren.