Los economistas constatan la recuperación del mercado inmobiliario. La construcción es uno de los sectores que ofrecen mejores perspectivas de futuro en la Región, según recoge el Barómetro del Colegio de Economistas, presentado ayer, junto con las nuevas tecnologías de la información y el turismo. La agricultura ocupa la peor posición, debido a los problemas que plantea la falta de agua y a las limitaciones que impone la sequía.

La recuperación del sector de la construcción queda patente en la proporción de encuestados que prevén un aumento de la demanda de viviendas. Un tercio de los economistas consultados «apuesta por un aumento de la compra» en los próximos seis meses, lo que supone un repunte de seis puntos respecto al anterior sondeo, realizado en junio de 2017.

Otro 59,2% apunta que la compra de casas se mantendrá, mientras que un 7,6% indica que bajará.

El decano del Colegio de Economistas, Ramón Madrid, recordó que «el elevado 'stock' de casas en venta» ha retrasado la recuperación del sector en la Región, mientras que en las comunidades del interior que no tuvieron el 'boom' inmobiliario previo a la crisis el despegue de la construcción se inició mucho antes.

Por su parte, el director del Servicio de Estudios del Colegio de Economistas, Patricio Rosas, recordó que, además del repunte en la actividad de la edificación, los últimos datos revelan un aumento de la contratación de obra pública, que contribuye a animar la reactivación del sector.

«El dinamismo de las nuevas tecnologías está totalmente justificado en el marco de las tendencias actuales del desarrollo económico, mientras que en el caso de la construcción su mejoría se enmarca en la progresiva recuperación de este sector tras la larga crisis sufrida», según los autores en las conclusiones de la encuesta.

La lista de sectores que ofrecen mejores perspectivas de futuro está encabezada por las tecnologías de la información (3,69 sobre un máximo de 5) y el turismo y la hostelería (3,67). La construcción ocupa el tercer puesto (3,43), seguida por la logística y el transporte (3,42), las actividades sanitarias (3,31), el sector financiero y los seguros (3,25), la industria agroalimentaria (3,24), industria del metal y el calzado y el textil (3,13), el comercio minorista (2,99) y la agricultura y la ganadería (2,80).

«Las desfavorables condiciones climatológicas y las restricciones hídricas pueden haber influido negativamente en las expectativas del sector agrícola y, por efecto arrastre, en la industria agroalimentaria», según recoge el Barómetro en sus conclusiones.

Cuando se les pregunta sobre la evolución del consumo en general, el porcentaje de los encuestados que prevén un aumento llega al 37,6%, mientras que un 54,8% considera que se mantendrá estable. El porcentaje de los que prevén una disminución del consumo aumenta 5,3 puntos.

Por otra parte, «un 29,3% tiene una opinión favorable sobre la marcha de la actividad o empresa en la que trabaja», mientras que un 10,2% tiene una visión desfavorable.

En la economía empresarial el indicador que sale mejor parado es la facturación. Un 34,8% de los encuestados «considera favorable su evolución reciente, mientras que un 10,3% la ven desfavorable».

En segundo lugar aparece la exportación, con un 31,7% de encuestados que perciben una evolución favorable, frente a un 7,3% que nota un empeoramiento en las ventas al exterior.

Las opiniones positivas sobre el empleo alcanzan el 26,6%, mientras que las negativas llegan al 9,1%

La inversión es el indicador que queda en última posición, con un 18,8% de valoraciones positivas, frente al 10,7% de opiniones desfavorables.