Los agricultores de la Región han amanecido con una buena noticia: las lluvias que han caído hasta ahora representan un balance positivo y suponen un riego de socorro. Tras las alertas por fuertes precipitaciones, sus cultivos no sólo permanecen intactos -ya que no ha habido que lamentar daños por lluvias torrenciales- sino que estiman que en el Campo de Cartagena han caído poco menos de 30 litros, poco menos de 40 en la zona del Guadalentín y sólo Calasparra y Jumilla superan los 40 litros.

Buenas cantidades que suponen un alivio ante la sequía, aunque no sea el fin de la misma.